Por Jorge Morelli
Expreso, 23 de febrero de 2018
Los institutos públicos de educación técnica han sido por décadas los hijos no reconocidos de la familia disfuncional de la educación peruana.
Para ellos y para los institutos tecnológicos privados, desde 2007 la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso comenzó a elaborar una nueva norma, inspirada en la formación dual del sistema alemán de educación.
En ese sistema el alumno pasa la mitad del tiempo en el aula y la otra mitad en un empresa cercana, aprendiendo con la tecnología existente un oficio para el que existe demanda.
La Ley de Institutos y Escuelas de Educación Superior tuvo en el Congreso un largo camino para lograr establecer en el Perú la formación dual en la educación técnica pública y privada.
Fue aprobada en la legislatura de la segunda mitad del 2016 por el Pleno del Congreso sobre el dictamen que emitiera la Comisión de Educación, presidida entonces por el congresista Lucio Ávila.
Bien aplicada, la ley permitirá un salto cualittivo en la educación técnica del Perú. Y necesita ejecutarse correctamente de manera coordinada con otra ley, la de Modalidades Formativas Laborales.
Esta norma de Modalidades Formativas –no la de la educación dual para los institutos– es la que la congresista Rosa Bartra propone modificar, para que la modalidad formativa dual no sea remunerada. El proyecto, aprobado en primera votación por la Comisión Permanente –y finalmente no exonerado de la segunda por el retiro de las firmas de los voceros de Fuerza Popular y de la bancada oficialista– modifica la Ley de Modalidades Formativas Laborales para que los institutos puedan suscribir convenios con empresas por valor de catorce créditos equivalentes a 448 horas en total. La norma contempla que los estudiantes de los centros educativos de formación técnica hagan pasantías por un máximo de cuatro horas al día, veinte horas a la semana, y hasta por un período tres años.
Obviamente, el tema necesita debatirse. ¿Deben recibir una remuneración los estudiantes? La congresista Bartra se ha visto obligada a poner en pausa su iniciativa.
De otra parte, politizar el tema ha oscurecido el debate.