Jimena Sologuren
El Comercio, 18 de marzo del 2025
“Queda mucho por hacer. La equidad de género en minería no es solo un compromiso, es una necesidad para la evolución de la industria. Los hombres y las mujeres deben de tener las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo”, opina Jimena Sologuren, presidenta de PERUMIN 37.
Aunque en las últimas décadas el sector minero ha avanzado en equidad de género, la participación femenina sigue siendo un reto. En Perú, solo el 7,5 % de la fuerza laboral minera está conformada por mujeres, según el Ministerio de Energía y Minas. Esta cifra, aún por debajo del promedio mundial del 11 % refleja la necesidad de seguir impulsando estrategias de inclusión y desarrollo profesional en todos los niveles de la industria.
Los peruanos contamos con magníficos recursos minerales y con un talento joven comprometido con el sector. Actualmente, cerca de 25 universidades en Perú ofrecen carreras de ingeniería de minas, metalurgia y geología, una cifra superior a la de muchos países. Sin embargo, según la OCDE, el 62% de los títulos universitarios en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en Perú fueron otorgados a hombres, y la brecha es mayor en especialidades mineras.
Incorporar a mujeres en minería fortalece la sostenibilidad y continuidad de los proyectos. Diversos estudios han demostrado que una mayor diversidad en las empresas y la presencia de más mujeres en puestos de liderazgo contribuyen a la innovación, mejoran la retención de talento y generan impactos positivos en la gestión operativa. Por ejemplo, en Reino Unido, las compañías mineras con mayor equidad de género son un 49% más rentables y un 83% más innovadoras.
A pesar de ello, las mujeres en la minería —como en muchas otras industrias— enfrentan desafíos como la segregación ocupacional y brechas salariales. Su participación sigue concentrada en roles de apoyo, mientras que los puestos operativos y de liderazgo continúan siendo ocupados en su mayoría por hombres. Además, la lejanía de las operaciones mineras desmotiva a muchas familias a apoyar la vocación minera de las jóvenes.
Para cambiar esta realidad, es clave está en visibilizar a las mujeres líderes en el ecosistema minero: en grandes operaciones, en la pequeña minería y minería artesanal, a las valientes que luchan contra la minería ilegal y a las mujeres en la ciencia. Todas ellas son mujeres valiosas que desempeñan roles clave para el desarrollo del sector y del país.
Además, se debe fortalecer la formación de mujeres en disciplinas STEM, incrementando la oferta de profesionales calificadas para la industria. El liderazgo femenino en minería no se limita al ámbito operativo: su presencia en áreas comerciales, tecnológicas, estratégicas y comunicacionales es clave para el desarrollo del sector.
Queda mucho por hacer. La equidad de género en minería no es solo un compromiso, es una necesidad para la evolución de la industria. Los hombres y las mujeres deben de tener las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo. Es responsabilidad de todos impulsar acciones concretas que aseguren la plena integración de la mujer en una industria que evoluciona y demanda mayor diversidad para seguir creciendo.