Por: Iván Arenas
Perú21, 16 de febrero del 2024
“La incorporación de Rómulo Mucho como ministro de Energía y Minas en reemplazo de Óscar Vera es una muestra de este cambio de rumbo del Ejecutivo. (…) es también una importante señal hacia el inversionista minero”.
Los recientes cambios ministeriales, sobre todo en Economía y Energía y Minas, de alguna u otra manera sugieren un cambio de 180 grados, como se suele decir, con respecto a la política económica, pero sobre todo a la mirada hacia la minería moderna del gobierno de Boluarte.
La incorporación de Rómulo Mucho como ministro de Energía y Minas en reemplazo de Óscar Vera es una muestra de este cambio de rumbo del Ejecutivo, sobre todo si tomamos en cuenta que Vera conocía muy poco del sector minero y de su impacto en la economía nacional.
En ese sentido, que ahora Mucho sea ministro de Energía y Minas es también una importante señal hacia el inversionista minero, sobre todo si tomamos en cuenta que en las próximas semanas se realizará en Canadá uno de los encuentros mineros más importantes a nivel mundial en el que el Perú participará.
En cierta ocasión, el ahora exministro de Economía y Finanzas Alex Contreras reclamó al empresariado nacional reunido en Cusco, por la poca confianza que le tenía al gobierno de Boluarte en pleno. Cuesta creer que alguien como Contreras no pudo entender que en la economía existen “espíritus animales”. ¿Por qué digo todo lo anterior? Porque tanto la entrada de José Arista y de Rómulo Mucho intentan inocular confianza en los “espíritus animales” que son capaces de nadar sobre el riesgo, pero que aborrecen la incertidumbre; y si hay algún objetivo que define estos cambios ministeriales es la de aplacar la incertidumbre.Nadie sabe exactamente qué sucederá en las próximas elecciones presidenciales en 2026, pero seamos honestos: el poder se administra en el presente y no en el pasado ni en el futuro, y si los cambios ministeriales son un éxito (como los peruanos de bien así lo desean) podrían desactivar varias bombas que se avecinan.
En todo caso es una completa sorpresa la “reconversión minera” de Dina Boluarte, presidenta que a pesar de todos los vientos en su contra practica el arte de la resistencia y que ayer nomás promovía todos los mitos contra la minería moderna. La realidad puede más.
Con Mucho de titular en Energía y Minas, la señal es absolutamente clara: en este nuevo tiempo el gobierno de Boluarte como del PCM Alberto Otárola apuestan de lleno por la minería moderna como motor antipobreza y deciden elegir a alguien como el actual titular (puneño y aimara, dicho sea) que es sinónimo de consenso en casi todos los actores del ecosistema minero. Uno de los grandes retos entonces está en ejecutar algunos de los proyectos mineros que esperan décadas, así como de ampliar operaciones en otros yacimientos en explotación. Vale recordar que el Perú tiene un potencial minero de proyectos que representa más de US$50 mil millones.
Si todo sale bien, como lo manda la lógica, el Perú, país minero por historia y tradición, con los cambios ministeriales podría dar en los próximos meses un salto adelante.