Por: Iván Arenas
Perú21, 3 de noviembre del 2023
“A principios de la década de 1980, Peter Ullrich, un alemán afincado en Estados Unidos llega al Perú desde Colombia con toda la tecnología para el desarrollo de la floricultura/horticultura”.
De los varios crímenes cometidos por la banda terrorista Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso, está el haber aniquilado a mediados de la década de 1980 el desarrollo de la producción y exportación de flores —floricultura/horticultura— en la costa central y sobre todo en el Callejón de Huaylas, que pudo haber convertido al Perú —como lo son hoy Ecuador y Colombia— en un puntal en dicha industria a nivel mundial. Aquí le explico.
A principios de la década de 1980, Peter Ullrich, un alemán afincado en Estados Unidos llega al Perú desde Colombia con toda la tecnología para el desarrollo de la floricultura/horticultura. Se afinca en el Callejón de Huaylas, en Caraz, que por su clima y características hace posible la producción de flores de alta calidad para la exportación.
En los primeros años, el éxito fue tal que de haber empezado con 20 hectáreas se cuadruplicó a 80 y con ello se generó una demanda de mano de obra sin precedentes en Yungay, Carhuaz y el propio Huaraz. Asimismo, Ullrich continuó su proyecto hacia la costa norte en Sayán, Végueta, Huaura. Como este tipo de horticultura es altamente especializada y requiere de constante innovación, la mano de obra también empezó a tecnificarse. La revolución de Ullrich había empezado y parecía indetenible.
Sin embargo, aquí entra la insania de Sendero Luminoso que empezaría a cobrar cupos a Ullrich y organizar boicots contra la logística y el transporte de la producción. Romper la cadena de transportes en tan delicada industria era la muerte para el proyecto revolucionario del alemán que era querido entre técnicos, obreros y profesionales. La aberración senderista llegó a tanto que matarían a dos colaboradores claves del proyecto de Ullrich, entre ellos un familiar.
A fines de 1980 Ullrich toma la decisión de irse del país y a principios de 1990 deja definitivamente el proyecto y se retira a Colombia y Ecuador a continuar lo que el Perú le negaba. Sendero Luminoso había ganado. Se aniquilaron cientos de puestos de trabajo y la oportunidad del Perú de producir flores para exportarlas al mundo.
En 2021, Colombia exportó más de US$1,200 millones en flores, en tanto que Ecuador superó los US$800 millones. El Perú apenas ha llegado en 2022 a ¡US$ 9 millones! Semejantes datos solo nos llevan a señalar que el terrorismo de Sendero Luminoso destrozó el progreso y desarrollo del país.
En 1957 Mao lanzó la campaña “Que florezcan cien flores” con la intención de obtener nuevas ideas para el desarrollo de China. Aquí Sendero Luminoso arrasó con el proyecto revolucionario de Ullrich. Solo un último dato: en el Informe Final de la Comisión de la Verdad no se dice nada de esto.