Por: Iván Arenas
Perú21, 28 de Abril del 2023
“La única manera de apagar la pequeña chispa ideológica que puede encender la pradera en todo el sur en julio próximo, es la inmediata solución a problemas concretos”.
En los últimos días he recorrido el sur peruano –Puno, Juliaca, Ilave, Desaguadero–, con el objetivo de acercarme de manera directa a una realidad social, económica, política y cultural por demás compleja.
Una de mis primeras impresiones es que queda todavía, en buena parte de las autoridades, líderes y población en general, la sensación de resentimiento con respecto a la actuación del gobierno de Dina Boluarte. Pero también la aceptación de que hay una minoría de la minoría altamente ideologizada que se siente cómoda en la confrontación y la violencia, y que trata de manejar los hilos a cualquier precio del conflicto.
La otra es que el gobierno de Boluarte está en una parálisis con respecto a todo el sur en general y en particular con Puno. Las autoridades locales buscan romper el cerco que las minorías de las minorías han construido en base a ideas fuerzas muy poderosas y que se encargan de difundir a través de los medios de comunicación locales y rurales, así como de redes sociales. No obstante, el gobierno central parece no saber qué hacer. No hay interlocutores. Los cinco congresistas, de otro lado, no tienen legitimidad y son rechazados, amén de que no existen partidos políticos que sean capaces de encauzar las demandas por la vía democrática con propuestas de desarrollo social y económica. Por ahora aún el gobierno ha dejado a las Fuerzas Armadas el control de Puno, pero los problemas no son militares sino políticos y sociales. 43% de pobreza.
La única manera de apagar la pequeña chispa ideológica que puede encender la pradera en todo el sur en julio próximo, es la inmediata solución a problemas concretos. El sur, por tanto, necesita de una alta comisión ejecutiva con capacidad de acelerar los proyectos de agua, carreteras, electrificación, etcétera.
Una noticia positiva es que autoridades como el alcalde de Puno y su equipo ya han comenzado a mirar al futuro. De allí que se empiece a organizar el “Foro Puno 2050″, no solo como un ejercicio de futuribles sino como una verdadera planificación de acciones entre Estado- sociedad/comunidad y empresa y que coloque a una región –cuya superficie es tres veces más grande que Israel– en la senda de una nueva modernidad.
¿Las comunidades aimaras son de izquierda? En absoluto. Puno tiene todo para ser una región próspera, una sociedad de clases medias emergentes y mercados populares, y que, sin embargo, siempre vota al antiestablishment. ¿Separatismos? Hay una conciencia de la peruanidad muy fuerte, por ahora.