Por: Iván Arenas
Perú21, 2 de Febrero del 2023
Tanto Antapaccay como Las Bambas y Constancia, que son las tres minas más importantes, han sufrido en estos últimos días por las hordas violentas que lo que han hecho no ha sido protestar de manera pacífica, sino que han entrado de forma violenta y sobre todo han dañado propiedad privada.
¿Hasta dónde llega el vandalismo y la sin razón de este tipo de manifestaciones? Podrían tener alguna matriz legitima, pero han llegado a quemar maquinarias y vehículos que ni siquiera son de la empresa, sino que son de proveedores locales.
Hay mucha clase media alrededor del corredor minero, que no son millonarios, no son pobres ni pobres extremos, pero están enganchados a esta economía minera. Muchos de ellos tienen empresas personales o comunales que están facturando a una cadena de clase mundial.
Lo que hay que tener en cuenta es que el Estado, y con esto me refiero al Ejecutivo, al Ministerio Público, al Poder Judicial y evidentemente la Fiscalía y las fuerzas militares y policiales, debería resguardar esta zona donde se produce entre el 35% y 40% del cobre nacional. No podemos relativizar las cosas que están sucediendo en esta parte del corredor minero. ¿Queremos que entren a Las Bambas? Ya ha dejado de operar.
Al final el problema no es solo de Antapaccay o de Las Bambas y del corredor minero, sino que se convierte en un problema de seguridad nacional.