Por: Iván Arenas
Perú21, 24 de mayo del 2024
“El Perú tiene entonces una de las más grandes oportunidades para superar la pobreza que hoy afecta a casi un tercio de los ciudadanos si se sabe usar bien los recursos económicos que vendrán”.
Se acaba de realizar el XV Encuentro Internacional de Minería organizado por la SNMPE. El evento se ha topado con dos noticias: el cobre y el oro han llegado a precios históricos. El cobre ha superado los US$5 la libra y el oro sobrepasó los US$ 2,400 la onza.
Se empieza a hablar de un posible nuevo superciclo de los metales. ¿Qué ha pasado para que el precio, sobre todo del cobre, aumente? Una de las razones es el crecimiento de la demanda. En el mundo solo en 2024 hacen falta casi 350 mil toneladas. El cierre a la mala de una de las minas más importantes en Panamá es una de las razones debido a que representa el 1% de la producción mundial. Además de ello está el crecimiento de la inteligencia artificial, la producción galopante de coches eléctricos y el cambio de las energías fósiles. De fondo, en la “onda larga” de la historia, está una nueva revolución industrial. Un dato adicional: en 2035 el déficit entre oferta y demanda será de 10 millones de toneladas.
El Perú tiene cobre, una de las primeras reservas de cobre en el mundo. Otra vez la bendita geología. Se estima que el ciclo de vida de ejecución de un proyecto minero de cobre en el mundo es, en promedio, de 9 años. En el Perú es entre 15 y 20 años. Quellaveco se empezó a explorar en 1993. Una barbaridad que se llama tramitomanía. Lean estos números: hemos pasado de 12 regulaciones hace 20 años, luego a 27, después a 87, y ahora estamos en 265 aproximadamente. Asimismo, hemos pasado de una sola institución encargada de otorgar permisos y/o trámites a 29. La ventanilla única minera debería corregir semejante despropósito. En el Perú hay un vicio de querer reducir los trámites con más normas. La inversión en exploración minera que, según la normativa necesita estudios de impacto ambiental, por ejemplo, durante 2023 se redujo en US$40 millones; en Argentina, en comparación, aumentó a US$ 100 millones.
Durante el gobierno de Alan García II se redujo en casi 20% la pobreza. La razón de fondo fue el superciclo de los precios de los metales. Pero hay un detalle: durante García el precio del metal rojo llegó en promedio a US$4 la libra. Se estima que en los próximos años el precio se mantenga por encima de los US$ 4.8 hacia arriba.
El Perú tiene entonces una de las más grandes oportunidades para superar la pobreza que hoy afecta a casi un tercio de los ciudadanos si se sabe usar bien los recursos económicos que vendrán. De hecho el próximo año el Gobierno tendrá más presupuesto y se podría reducir el déficit fiscal que ahora es 3%.
Pero el Perú también es un país con tres sistemas: el formal, el informal y el ilegal. Eso pasa también en minería, tanto de cobre como en el oro. Hay una minería moderna, otra informal y otra ilegal. Si el cobre y la minería en general es el pan del Perú, ¿por qué no desarrollar más minería moderna? Esa es la gran pregunta que falta responder.