Por: Iván Arenas
Perú21, 11 de agosto del 2023
“El modelo de mano dura contra las ‘maras’ desarrollado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, empieza a extenderse por los países agobiados por las bandas criminales”.
Zeitgeist es la palabra alemana que hace referencia a un “espíritu del tiempo”; que no es otra cosa que el conjunto de opiniones, de ideas, el clima social y cultural; en resumen: a una mentalidad de la época. ¿Por qué todo lo anterior? Lo explico.
El lamentable asesinato de un candidato a las elecciones presidenciales en Ecuador, la presencia del sanguinario grupo venezolano Tren de Aragua en varios países, las mafias brasileñas articuladas con la minería ilegal y el narcotráfico que ya domina extensiones enteras entre Perú, Bolivia y el Brasil o el sicariato a diario en nuestro país; empezarían a configurar “un espíritu de la época” hacia la “mano dura” en la región sudamericana y por ende una demanda política urgente hacia proyectos autoritarios de “salvación nacional” que pongan un alto —a la fuerza— a la inseguridad.
El modelo de mano dura contra las “maras” desarrollado por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, empieza a extenderse por los países agobiados por las bandas criminales, trenes de Aragua y la extorsión. En una visita a algunas ciudades del sur del Perú he encontrado a personas comunes y silvestres mirando encantados los potentes y bien elaborados videos de Bukele. No es broma.
En Ecuador, es altamente probable que Jan Topic, el “Bukele” local, pueda pasar a una segunda vuelta en medio de la conmoción por la muerte de Fernando Villavicencio, no obstante que si no gana habrá sido un triunfo del “bukelista” a razón de su primera candidatura.
El detalle es que el proyecto Bukele es acusado de autoritario contra las libertades amén que para otros no garantiza en absoluto la solución del problema de la inseguridad, cuyas raíces estarían en lo profundo, en las escasas oportunidades sociales y económicas, además de aparatos estatales ineficientes, burocratizados y rentistas. Sin embargo, vale decirlo claro, la situación de la inseguridad es tan insostenible en la región que un gran sector de la población cambiaría seguridad por libertades.
A través de las redes sociales, el proyecto Bukele viaja hacia los países del sur y gana en la confrontación directa contra los gobernantes de izquierda —como en los casos de Chile y Venezuela— vapuleados por el propio Nayib cuya popularidad ronda entre el 90%.
Se empieza entonces a configurar un “momento Bukele” en grandes porciones de la región sudamericana, una mentalidad de la época que dejaría atrás a ese “momento de la izquierda” que tiñó de rojo varios países y que, sin embargo, no han sido la solución a los principales problemas del ciudadano de a pie. En el Perú está por verse por dónde surge ese “Bukele”, quien será la oferta ante una demanda desesperada.