Ismael Benavides
Expreso, 7 de febrero del 2025
Nadie que conoce la historia de USAID hubiera pensado que terminaría envuelta en escándalos como el que hemos sido testigos en estos últimos días. USAID fue fundada en noviembre de 1961 por el entonces presidente John F. Kennedy casi junto con otro esfuerzo de ayuda al exterior, el Peace Corp (Cuerpo de Paz), los cuales fueron un reflejo de ese espíritu generoso del pueblo norteamericano que es muy dado a apoyar causas nobles y lo hacen como ningún otro país del mundo. La lista de proyectos positivos para el mundo en desarrollo es extensa y han tenido impactos muy importantes donde han actuado en todos estos años.
Sin embargo, en esta última semana hemos podido enterarnos del dispendio en proyectos inútiles y con intenciones innombrables del enorme presupuesto de más de US$40,000 millones anuales que tiene la institución. Han terminado envueltos en temas políticos apoyando medios de comunicación semiclandestinos que en vez de apoyar subvierten a los países con causas a veces inconstitucionales, y en el caso del Perú y América Latina, contrarios a nuestros valores y promoviendo temas como la huachafería de lo Woke, la ideología de género o temas tóxicos como la promoción de lo LGTB o el cambio de sexo y más aún adoctrinando a nuestros niños en esos temas. Evidentemente parte de la institución y parte del personal de USAID ha sido infiltrado con esas ideas, pretendiendo impulsarlas en otros países, bajo la tutela de políticos Woke del “establishment” Demócrata de Washington, además de algunos administradores locales de USAID que han actuado bajo esas premisas enfermizas sin control o rendición de cuentas alguno.
Lo que se ha develado que ocurrió en el Perú es escandaloso y lo que hizo USAID en tantos años con la mano, ha sido borrado con el codo. No es aceptable que, con la consigna de “fortalecer la democracia”, se haya usado ONGs para financiar medios de comunicación claramente antidemocráticos y fomentadores del odio y la división entre los peruanos. Probablemente si hurgamos un poco más son los mismos medios que montaron el andamiaje para robarle la elección a Keiko Fujimori en el 2016 con una campaña de mentiras y difamación. También es la misma USAID que financió al cuestionado Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE que en el 2021se negaron a entregar los padrones electorales y las actas al igual que Maduro en Venezuela.
Si nos remontamos en el tiempo, la trayectoria de USAID en el Perú es extraordinaria y la lista de proyectos positivos para el país es extensa y solo quiero mencionar algunos de los más recientes. El proyecto de sustitución del cultivo de coca por café y cacao sacó a miles de peruanos del narcotráfico y hoy esos agricultores gozan de una bonanza extraordinaria. USAID apoyó directamente la introducción del espárrago al Perú en convenio con la Asociación de Agricultores de Ica que marcó el inicio de la exitosa agroexportación peruana y la creación de miles de empleo en el agro. El apoyo del programa PRA a pequeños emprendedores del Perú profundo tuvo impactos extraordinarios en agricultores de papá, quinua y productos andinos, lo mismo que a la truchicultura y la artesanía de nuestros pueblos altoandinos. Internet para todos y capacitación en temas tecnológicos a alumnos y maestros, y el uso de tecnología para diversas actividades como los guardabosques que lo usan para evitar la tala ilegal. En fin, larguísima sería la lista de proyectos positivos para el Perú que nos ha dejado USAID.
Lastimosamente la imagen positiva de la institución ha sido irremediablemente dañada por personajes trasnochados que la han infiltrado para saciar sus mentes enfermizas acompañados por torvos personajes locales que abundan en los medios que han financiado o consultorías que han otorgado, que terminan desestabilizando al país y contaminando nuestros niños.
Felizmente Trump puso fin a todo esto y estamos seguros de que bajo el liderazgo del secretario de Estado Marco Rubio USAID retomará sus raíces primigenias y volverá a apoyar con la generosidad del pueblo norteamericano a los pobres del mundo, en lo que fue siempre su misión.