Por: Ismael Benavides
Expreso, 15 de setiembre del 2023
La batahola que ha armado el sector caviar de la población porque el Congreso ha decidido cumplir con la función de fiscalización de la JNJ que le encomienda la Constitución, es incomprensible en cualquier país democrático que respeta su Constitución, y justamente son esas campañas con declaraciones altisonantes y pronunciamiento de entidades internacionales que generan desconfianza, desalienta la inversión y empobrece a la población que ese sector dice defender, sumado al daño que le hacen al Perú en su desarrollo económico y social que es tanto o mayor que el bloqueo de una mina o una hidroeléctrica, es decir son un lastre improductivo y dañino.
Además de este lastre, quiero mencionar algunos de los lastres que nos han dejado los políticos al país utilizando dinero de los contribuyentes para obras inútiles y que le generan costos permanentes. Empecemos con las empresas publicas que la democracia heredó de la dictadura militar en 1980, fueron mas de 130 y llegaron a perder $2,500 millones anuales privilegiando a una burocracia de pocos en contra de obras de necesidad básica para el pueblo. Fujimori puso fin a esa sangría privatizando todo lo que pudo, excepto SEDAPAL y Petroperú por temores equivocados.
De haberlo hecho otra seria la historia en el abastecimiento de agua y combustible para los peruanos. Hoy con la abundancia de recursos fiscales y acceso al crédito del estado, hemos vuelto a crearnos lastres que no solo son un peso muerto sobre la economía si no también fuentes de corrupción. Empecemos con Odebrecht que nos llevo de las narices con el contagioso perfume de la corrupción a construir la Interoceánica Sur con el cuento del gran comercio con Brasil que justificó construir un elefante blanco hasta un pueblo olvidado en la frontera, donde pasean vacas y los niños juegan fútbol. Hoy seguimos pagando esa obra para cubrir los ingresos mínimos del peaje establecidos en el contrato, lo mismo ocurre con la Interoceánica Norte. Felizmente Toledo fue pillado y hoy paga sus delitos, pero Odebrecht sigue haciendo negocio, en esas y otras obras, además continuó ambiciosamente buscando mayores proyectos, hasta que cayó en sus manos el Gaseoducto Sur Peruano con una inversión presupuestada de $ 7,000 millones financiado en parte con un cargo adicional en las facturas de luz de todos los peruanos, ¡un robo descarado! Felizmente el proyecto colapsó, pero nos deja un daño ambiental y una demanda contra el Perú en el CIADI por $2,000 millones.
Humala, con la idea izquierdista de las “industrias estratégicas” nos embarcó en la refinería de Talara que hoy demanda capitalizar $ 2,250 millones y $ 1,500 en garantías al estado, además antes le dieron aportes que ya ha tenido que hacer el estado. ¿No es un crimen con 44% de niños anémicos en el Perú?, ¿qué estratégica puede tener una industria basada en tecnologías antiguas y contaminantes? Hoy el 14% de los autos que produce China son eléctricos y en 5 años serán 40%. Europa ha prohibido la venta de vehículos de combustible a partir del año 2035.
Lo estratégico es promover inversiones productivas para el beneficio de todos los peruanos; presidentes visionarios lo hicieron y los beneficios están a la vista. Belaunde hizo la Marginal de la selva y hoy San Martín es el principal productor de arroz y carne del Perú, hizo irrigaciones como Tinajones y Gallito Ciego, hoy la base de la agroexportación regional. Alan García hizo lo propio en Chavimochic y Olmos, y en su segundo gobierno resistió las presiones para hacer Talara, y siempre comentaba que el Perú debía apostar por la electricidad ya que tenemos grandes caídas de agua en los Andes y una costa con sol y viento para energías renovables, pues el futuro era de vehículos eléctricos y energía para el pueblo, la industria. Al igual que Belaunde creía en la minería que Dios nos dotó y apuntó a que alcancemos a Chile con 5 millones de toneladas de cobre al año, recién vamos por la mitad. Apurémonos en explotar nuestro cobre, su futuro no vaya a esfumarse como acaba de hacerlo nuestro litio con el reciente descubrimiento en Estados Unidos.