Por: Ismael Benavides
Expreso, 24 de noviembre del 2023
La amplia victoria de Milei en Argentina ha dado mucho que hablar en círculos políticos y económicos de la región y por supuesto el Perú. Aparte de las reacciones presidenciales de todo tipo, han empezado también economistas de toda tendencia a encontrarle falencias al programa económico de Milei. El plan de Milei, que es un liberal confeso, no es de ultraderecha, como tampoco lo fue el de Fujimori, solo apunta a estabilizar una economía destruida por las fórmulas de la izquierda.
El plan de Milei consiste fundamentalmente en sincerar y abrir la economía, desregular precios empezando con el dólar, eliminar la inflación y su fuente qué es la emisión monetaria, y eliminando el déficit fiscal y dolarizando la economía para evitar el endeudamiento desenfrenado de los gobiernos. Así mismo va a reducir el tamaño del estado fuente del déficit, eliminando ministerios y vendiendo empresas públicas. Es un plan coherente con muchas similitudes al plan de Fujimori en 1990 con excepción de la dolarización (que en su momento se debatió) y que en el Perú se sustituyó con la autonomía del BCR sellada en la Constitución de 1993.
Veamos algunas diferencias o parecidos. En ambos casos la inflación tuvo un papel decisivo. Argentina ha sufrido una inflación continúa arriba del 30% anual desde 1945 (78 años a hoy), con algunos picos y caídas en años posteriores corroyendo la capacidad de ahorro de los argentinos e impidiendo su desarrollo. Tuvo un pico de 3,079% anual en 1989 y han tratado toda clase de fórmulas para bajarla incluyendo la convertibilidad o fijación del tipo de cambio que hizo Menem y que implosionó en el 2001.La causa raíz siempre fue el tamaño creciente del estado financiado por deuda pública y emisión del Banco Central. La inflación ha llevado a 42% de pobreza a un país con un PBI per cápita anual de US$ 13,686, y que podría ser el doble o más de no haber existido una inflación tan grande y prolongada. Hoy tiene una inflación de 143%% anual y creciente. La receta de Milei de reducir el gasto público eliminando el déficit y reduciendo el estado (45% del PBI) es la correcta. Ante el recurso irresponsable de los sucesivos gobiernos de recurrir al Banco Central, la vacuna es dolarizar con lo que se acaba la inflación. El tener un estado tan grande asfixia la economía pues es 3 veces menos productivo que el sector privado quien carga con la tributación del 100%. El Perú más bien se caracterizó históricamente por ser un país de inflación baja y bajo déficit fiscal, y es solo durante el Velazcato en 1974 que la inflación sube a dos dígitos (16.88%) y de ahí no paró de subir hasta 1990 donde llegó a 7,364%. La raíz fue la misma qué Argentina, la emisión monetaria y el endeudamiento descontrolado para financiar un gasto público improductivo y aventuras empresariales del Estado. El gobierno de Fujimori puso fin a todo ello liberando la economía, reduciendo el gasto público y vendiendo empresas del estado. El BCR dejó de financiar al estado con inflación, y a partir de 1997 hasta hoy la inflación no ha vuelto a estar por encima de un dígito. A continuación, algunas comparaciones:
No cabe duda de que ambos casos son parecidos tanto en causas como recetas, unas anunciadas con estridencia y otras adoptadas en el camino, pero los resultados serán parecidos. El Perú un caso de éxito (con problemas coyunturales) que hoy gozamos, y esperamos que así sea en Argentina a pesar de todos los agoreros.