Hugo Palma
Para Lampadia
¿Será Alberto, el Presidente de Argentina? El mandatario acaba de ilustrar al mundo con los avances de su país hacia “…el ideal¨, que será alcanzado cuando todas y todos seamos ’todes’ y a nadie le importe el sexo de la gente”. No es seguro que todo el mundo quiera compartir ese ideal y no faltarán quienes sigan considerando importante el sexo de la gente.
Como tampoco sabemos si es pobre, como ciertamente no lo son algunos otros Fernández en Argentina, recordemos “al pobre Fernández”, personaje creado por Pepe Iglesias, el Zorro, inolvidable humorista argentino que hace décadas hizo reír sin parar a millones de hispanohablantes. Su Fernández era víctima de toda calamidad imaginable, a pesar de que “… Se le insinuó, se le dijo, se le explicó, se le reiteró … pero del pobre Fernández nunca más se supo nada”. Cuanta falta nos hace el Zorro Iglesias y cuánta razón tenía Borges al decir “los peronistas son incorregibles”.
Volviendo a la pesadilla de hoy, anotemos que en sentida carta del día 8, el Fernández Presidente se dirige al Presidente de Bolivia para expresar “el dolor y la vergüenza” al haber sido informado “de la colaboración del gobierno del Presidente Macri con las fuerzas que perpetuaron (sic) el Golpe de Estado contra el gobierno constitucional del presidente Evo Morales… Pedirle disculpas a su gobierno y a su pueblo en nombre del pueblo argentino…… una partida de material que no puede ser interpretada sino como un refuerzo a la capacidad de acción de las fuerzas sediciosas….”. Bueno sería que aclarara que quiso decir con todo eso.
A falta de ello y vistos su dolor y vergüenza por el misterioso apoyo de su predecesor a los opositores a la enésima reelección de Morales, es indispensable preguntarle si experimenta iguales “dolor y vergüenza” en relación con la probada venta de armas durante otro gobierno peronista de Argentina, Garante del Protocolo de Río de Janeiro de 1942, a las Fuerzas Armadas del Ecuador.
El negocio se hizo precisamente cuando esas fuerzas cometían agresión contra el Perú, ingresando y ocupando parte de nuestro territorio patrio y produciendo muertos, heridos y mutilados entre nuestros soldados y oficiales que lucharon hasta el sacrificio para defenderlo.
Quizá recuerde el actual Fernández, que en la infeliz Guerra de las Malvinas nadie apoyó más a su país que el nuestro. El Gobierno del Presidente Belaunde no omitió ningún esfuerzo, hasta el último instante, para impedir el inicio de hostilidades y le envió todo el equipamiento militar que solicitaron. En 1995 el Perú, su pueblo y sus Fuerzas Armadas, recibieron el pago de lo que hizo por Argentina en 1982. ¿Qué calificativo cree que merece eso, Presidente Fernández? Veamos si contesta. Mientras tanto, sepa que aquí están el Perú, su pueblo, sus Fuerzas Armadas y la historia esperando que entiendan usted y su partido que esa deslealtad no ha sido olvidada.