Gustavo Yamada, Director del Centro de Investigación de la Universidad Pacífico (CIUP)
El Comercio, 15 de octubre de 2016
En los últimos años se ha extendido el uso del término ‘think tank’ (que literalmente se traduciría como ‘tanque de ideas’) para referirnos a centros de estudios e investigación aplicada que tienen entre sus objetivos analizar, generar evidencia y elaborar propuestas de políticas públicas. Algunos ‘think tanks’ dan mayor énfasis a la investigación académica original y revisión entre pares expertos, que sustente la rigurosidad de sus iniciativas. Otros le ponen más empeño a la divulgación de propuestas entre un público más amplio y a la incidencia en los tomadores de decisiones de política. Sin embargo, los ‘thinks tanks’ más reconocidos tienden a hacer bien ambas tareas.
Algunos ‘think tanks’ están afi liados a universidades y otros son creados a partir de una fundación benefactora. La mayoría se mantiene independiente de fi liación política (aunque esto no signifique que no haya preferencias reveladas por diversas doctrinas políticas entre sus miembros); otros sí tienen conexión institucional con algunos partidos.
El protagonismo que han ido adquiriendo los ‘think tanks’ en el Perú ha sido particularmente importante para apoyar el desarrollo de políticas públicas, puesto que los cuadros en el Estado no suelen contar ni con el tiempo ni los recursos para dedicarlos a generar nueva evidencia, ideas y propuestas. Asimismo, los partidos políticos han carecido de estructuras permanentes que les permita hacer este trabajo de base. También ha sucedido que muchas universidades no realizan investigación aplicada al desarrollo ni se conectan con la discusión de políticas.
Desde el 2013 la iniciativa On Think Tanks y la revista “Poder” reconocen anualmente a los ‘think tanks’ que
han destacado por su producción e incidencia en la discusión de políticas en el Perú. Es difícil pensar en lo que se habría logrado sin el concurso (en las propuestas, debate e implementación) de organizaciones como Grade, el Grupo Apoyo, el IEP, el IPE, Macroconsult, la Sociedad Peruana de Derecho
Ambiental, Soluciones Prácticas, Videnza o el CIUP. Todos ellos han sido reconocidos por sus iniciativas a lo largo de los últimos años.
En nuestro país, además de ‘think tanks’, podemos calificar a estos centros como ‘policy makers tanks’, pues conforman un conjunto valioso de expertos, que muchas veces son los que más han investigado y discutido propuestas en cada sector, y que luego son convocados para servir en la administración pública. Finalizada esta experiencia en la acción, ellos suelen regresar a los ‘think tanks’ a repensar los temas, después de haber enfrentado las múltiples restricciones de la política, y a enriquecer las agendas de reflexión y propuesta futura. Y así se completa un círculo virtuoso que hay que promover y aplaudir, como haremos en estos días durante la Semana de la Evidencia organizada por la Alianza Peruana para el Uso de la Evidencia.