El crecimiento económico del Perú de los últimos años ha sido posible gracias al trabajo de los peruanos. No del Estado. Son los peruanos, con su esfuerzo, con su renovada confianza en sí mismos, trabajando sin esperar que el Estado los mantenga, los que lo han hecho posible. Esto es vital para cualquier sociedad. Porque es la señal de que ha decidido asumir con claridad y sin miedo que es ella la responsable de su destino.
Esto nos permite tener muy claro el camino del Perú en los próximos años. Son los ciudadanos los que lo conducirán a lo más alto y el Estado habiendo entendido el mensaje se vuelca a enfrentar los retos que ayuden a sus ciudadanos a alcanzar sus sueños.
Hoy vivimos en democracia. Nadie duda de que ese sea el camino.
Hoy trabajamos bajo un modelo económico claro, perfectible y mejorable, pero en donde el objetivo es la creación de riqueza por los ciudadanos con desarrollo humano y oportunidades para todos. Y todos más o menos, estamos de acuerdo en ello.
Por ello la oportunidad del Perú nunca ha estado tan cerca.
El fin supremo de toda sociedad es alcanzar su libertad.
Que seamos libres territorialmente. Cosa que hemos alcanzado.
Que seamos libres políticamente. Que todos sus ciudadanos, sin importar condición puedan ejercer sus derechos y asumir sus deberes en igualdad. Aquí aún tenemos una larga batalla por librar.
Que seamos libres emocionalmente. Que nos sintamos seguros de nuestra cultura, de dónde venimos y hacia dónde vamos. En esto hemos avanzado mucho luego de un largo periodo de colonización emocional.
Que seamos libres económicamente. Que cada uno de nosotros pueda hacer realidad sus sueños por si mismos, construyendo una nación poderosa económicamente.
Teniendo esto claro, es que podemos enfrentar entonces el gran objetivo. Que es llegar al 2021 gritando de manera definitiva Somos Libres.
Eso se logrará emprendiendo las 10 grandes tareas pendientes de corto, mediano y largo plazo que nos permitan lograrlo.
DIEZ TAREAS
La primera es, qué duda cabe, la educación. Soñar con ser líderes en educación primaria, secundaria, técnica, universitaria. En ciencias, matemáticas, lectura, pero también en cultura, deporte y sobre todo en principios y valores para formar a los buenos ciudadanos del futuro.
La segunda es la nutrición. Si queremos construir una nación poderosa, esto no será posible si nuestros niños no tienen las condiciones necesarias para lograrlo en el futuro. Nutrición y educación es la base de cualquier futuro económico posible.
La tercera es la justicia. Aquí la gran tarea no solo está en el Estado. Está también en la sociedad que vulnera las leyes y socava el sistema. Construir un entorno jurídico entre todos y respetado por todos que sea confiable para todos. Débiles y fuertes, peruanos y extranjeros.
La cuarta es la creación de empresa. Que aquel que tenga una idea la pueda hacer realidad en tiempo récord sin que el Estado sea un obstáculo sino más bien lo aliente. Que la cultura del sí se imponga a la del no a la hora de hacer una idea realidad por más nueva que sea. Que todos, respetando las leyes, puedan hacer empresa en el Perú, que todos quieran venir a hacer empresa en el Perú.
La quinta es sin duda la innovación. Esto busca romper para siempre con el modelo y la imagen del Perú. Pasar de país primario exportador a país de valor agregado. Como inoculamos en cada peruano, la cultura de innovar. en la empresa, la industria, la cultura, el estado, la educación, la ciencia, la tecnología. Innovar. Perú país de innovadores. De industrias innovadoras. Perú país de ideas.
La sexta es infraestructura. ¿Podemos tener carreteras alemanas, aeropuertos, puertos, energías renovables de última generación conviviendo con otras tradicionales? Claro que sí. ¿Podemos hacerlo además respetando el medio ambiente, a nuestras comunidades y las expectativas de nuestros distintos pueblos hermanos? Claro que sí. Es cuestión de voluntad política. Alianzas público-privadas ágiles y ejemplares y todos los modelos posibles que conecten al Perú entre los peruanos, que conecten al Perú con el mundo.
La séptima es la seguridad ciudadana. Por coyuntural parece más importante que las demás, es cierto, sin embargo está ligada a los otros temas. Tenemos que asegurarnos en el más breve plazo que podemos vivir en paz y seguros.
La octava es la corrupción. Ligada también íntimamente a las anteriores. Un país seguro, educado, cívico, con un sistema jurídico confiable y eficaz, difícilmente permite la corrupción. Sin embargo esto no implica abandonar un plan mucho más inteligente para desterrar la corrupción del estado y de la sociedad.
La novena son los jóvenes. A diferencia nuestra que cargamos esa mochila de miedos, que a veces nos hace dudar, nuestros jóvenes crecen libres. Creen en su país, en el futuro, tienen sueños y metas dentro del Perú.
Nuestro deber es darles las señales, allanarles el camino, hacer grandes cosas, ayudarlos a lograr grandes triunfos porque son ellos los que harán del Perú una potencia mundial.
Finalmente la décima, la confianza mutua. Condición para que todo lo anterior pueda hacerse realidad. Como construir un entorno en donde reine la tolerancia, el respeto a las diferencias , en donde todos sin importar condición u opción nos sintamos parte de un mismo proceso y un mismo futuro justamente porque nos sentimos aceptados, queridos y admirados por aquellos distintos a nosotros. Como podemos construir una sociedad a la vanguardia en ese sentido que sea ejemplo y admiración del mundo por su capacidad, a pesar de sus enormes diferencias geográficas, culturales, sociales, de haber construido una sociedad multicultural ejemplar a la que todos quisieran venir a vivir o disfrutar.
EL LIDERAZGO
Todos estos retos no serán posibles sin un liderazgo fuerte y avalado por todas las fuerzas políticas y por toda la sociedad.
Alguien que sea capaz de convencer a la clase política que en los próximos años toca trabajar unidos. Alguien que haga llegar el mensaje a la clase empresarial y a las organizaciones gremiales y trabajadoras que vale la pena hacer el esfuerzo.
Y que lidere con un respaldo multitudinario basado en la confianza mutua todos estos procesos con la garantía de saber que luego se irá porque no ambiciona el poder.
Ojalá, que ese alguien surja de la propia clase política.
Publicado en Caretas, 12 de diciembre de 2013