Fernando Zavala, Presidente de Unión de Cervecerías Peruanas Backus & Johnston
El Comercio, 17 de abril de 2016
Como bien se repite en las empresas exitosas, el capital más importante en una empresa es el talento, el capital humano. Hay que saber reclutarlo, desarrollarlo y cuidarlo.
Aunque algunos no lo crean, quizás lo más difícil es encontrarlo. Alrededor del 20% de los reclutamientos que hicimos en el 2015 demoraron más de seis meses o, al final, fueron reclutados fuera del Perú. Mi sorpresa fue que no solo nos pasó a nosotros. Según información del Banco Mundial, la tasa de pertinencia de las competencias es del 28% en el Perú; es decir, hay una importante brecha entre las competencias de los trabajadores peruanos y lo que demanda el sector privado. También un estudio de Manpower señala que dos de cada tres empresas (68%) han reportado dificultades para cubrir vacantes en el Perú; y en el 2015, nuestro país fue el segundo país en que este problema fue mayor a nivel mundial. Hay varios factores que explican esta realidad como son el subempleo y la informalidad, pero en especial esto es resultado del bajo nivel educativo del país en educación escolar y superior, producto de décadas de abandono del sector. Solo como ejemplo cabe mencionar que hasta hace dos años se tenía una enseñanza muy limitada del idioma inglés en las escuelas públicas, requisito básico hoy en las empresas frente a una economía más integrada y abierta al mundo.
Sin embargo, para buena fortuna de los reclutadores, de las empresas, pero en especial de los jóvenes y de la sociedad en general, esta situación está cambiando. Las reformas en educación que se están implementando ya empiezan a mostrar cambios importantes, cambios que están ocurriendo tanto en el sector público como en el privado, y que tendrán impacto en el mercado laboral.
Desde el sector público un cambio que salta a la vista es el presupuesto asignado a la educación. De una inversión pública en educación equivalente al 2,8% del PBI en el 2011, este año estamos asignando como país el 3,9% del PBI, lo que ha permitido incrementar el presupuesto en 88% en los últimos cinco años.
¿Es esto suficiente? Por supuesto que no, pero es un avance muy importante que debe continuarse. Además, este aumento en el presupuesto ha venido acompañado de un renovado liderazgo desde el Ministerio de Educación que está permitiendo hacer cambios en las políticas públicas más importantes del sector. La mirada hoy a este sector es integral, buscando avanzar de manera sustancial en varios frentes a la vez: revalorizando la carrera docente, mejorando la calidad del aprendizaje, gestionando eficazmente el sistema escolar y cerrando la brecha de infraestructura.
Si aterrizamos estas líneas de trabajo a nuestro problema de brechas en las competencias de los trabajadores, encontramos iniciativas audaces como la creación de 22 colegios de alto rendimiento que por primera vez tendrán bachillerato internacional, enseñanza del inglés en 1.600 escuelas secundarias, becas para más de 45.000 jóvenes de bajos recursos y el financiamiento a más de 1.200 jóvenes para que logren maestrías y doctorados en las mejores universidades del mundo.
También el Ministerio de Educación, IPAE y el Ministerio del Trabajo y Promoción del Empleo han creado la plataforma Ponte en Carrera (www.ponteencarrera.com) que finalmente proveerá información sobre las carreras más demandadas, los salarios de los egresados y los costos de la educación.
En el sector privado el tema educación también comienza a moverse. Desde la creación de Empresarios por la Educación hace casi 10 años en el seno de Confiep para colaborar con la articulación de iniciativas privadas en este sector, hasta la apuesta por crear la mayor red de colegios privados de alta calidad de enseñanza como Innova Schools, modelo reconocido como de los más innovadores en la región. Lampadia