Fernando Ortega San Martín, MBA
Chair del Nodo Perú – The Millennium Project
Para Lampadia
Acaba de darse a conocer el primer borrador del “Pacto por el Futuro”, iniciativa de la Secretaría General de las Naciones Unidas, para establecer un marco global de actuación para que los países puedan enfrentar los grandes desafíos que nos plantea el futuro: “la pobreza, el hambre, la desigualdad, los conflictos armados, la violencia, los desplazamientos, el terrorismo, el cambio climático, las enfermedades y los impactos adversos de la tecnología”.
La intención es que este importante compromiso global sea aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas a celebrarse el 22 y 23 de setiembre de este año, con ocasión de celebrarse el septuagésimo quinto aniversario de la organización.
Resulta claro que los últimos avances en el conocimiento, generados por la ciencia, la tecnología y la innovación, están causando una serie de fenómenos sociales, económicos, ambientales, políticos y cambios en las actitudes y valores de las personas, que modifican las formas en que aprendemos, trabajamos, hacemos negocios, nos relacionamos y entretenemos, pero que, si “se gestionan adecuadamente, podrían ofrecer un futuro mejor para todos”. Ese es el espíritu central del documento.
Todos somos conscientes que los desafíos del futuro requieren un abordaje multilateral e intergubernamental porque exceden con creces la capacidad de cualquier Estado o de cualquier organización para gestionarlos por sí solos, porque la adecuación del mundo a estas nuevas realidades va a demandar cambios significativos que deben implementarse con agilidad y flexibilidad dada la naturaleza incierta del futuro.
Para hacer realidad el espíritu que anima a la firma de este Pacto global, se propone asumir compromisos específicos en cinco áreas:
- Desarrollo sostenible y financiación para el desarrollo
Se reafirma el compromiso global con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y su principio de “no dejar a nadie atrás”, el texto reconoce que “las crisis ambientales plantean las amenazas más acuciantes y graves para la sostenibilidad de nuestro planeta y el bienestar de sus habitantes presentes y futuros y tienen efectos desproporcionados en los países en desarrollo”.
- Paz y seguridad internacionales
El documento señala el compromiso de actuar “colectivamente para mantener y restaurar la paz y la seguridad internacionales en tierra, mar, espacio, ciberespacio y otros ámbitos emergentes, para abordar más eficazmente las amenazas globales interrelacionadas”. Está claro que sin paz y seguridad ningún futuro promisorio será posible para la humanidad.
- Ciencia, tecnología e innovación y cooperación digital
El texto reconoce el potencial de la ciencia, la tecnología y la innovación para generar los cambios necesarios para que el bienestar alcance a toda la humanidad, pero también que están produciendo brechas crecientes en perjuicio de los países menos desarrollados. Por eso, hace un llamado a fomentar la cooperación y la transferencia de tecnologías, que permitan cerrar esas brechas especialmente la digital, para alcanzar “un futuro digital abierto, libre, seguro, inclusivo y centrado en las personas”.
- Los jóvenes y las generaciones futuras
El borrador reconoce que las consecuencias de nuestra acciones e inacciones de hoy afectarán a las próximas generaciones y que es nuestra responsabilidad “brindar a los jóvenes un entorno propicio para la plena realización de sus derechos y capacidades, incluso mediante la inversión en educación de calidad y aprendizaje permanente”.
- Transformar la gobernanza global
Esta área es la que quizás más controversias, desde el punto de vista político, genere, pues para “hacer realidad la visión de un sistema multilateral que sea más eficaz, más confiable, más inclusivo y mejor equipado para los desafíos, oportunidades y capacidades del presente y el futuro”, el texto propuesto compromete a los países a “reformar los órganos intergubernamentales de las Naciones Unidas, incluido el Consejo de Seguridad, para que puedan cumplir sus mandatos en un mundo cambiante, y a fortalecer el pilar de derechos humanos de la Organización.” Y toca un tema bastante sensible, en estos momentos de una nueva carrera espacial: “fomentaremos los usos pacíficos y sostenibles del espacio ultraterrestre en beneficio de todos, aumentando la cooperación internacional en este ámbito que cambia rápidamente.”
Como se puede apreciar, se trata de un documento que podría marcar un punto de inflexión en la gestión global del futuro de la humanidad, y por eso sorprende su poca difusión. Desde el Millennium Project estamos participando en todas las audiencias públicas mundiales, aportando mejoras al borrador del texto.
Confiamos que a través de este Pacto podamos mejorar nuestras capacidades para construir un futuro donde haya realmente bienestar y que se permita que las nuevas generaciones puedan vivir en un mundo que no ponga en riesgo su sostenibilidad.
Seamos optimistas, pero también realistas, pues como señala el propio texto, no sin razón: “Con demasiada frecuencia, los compromisos internacionales que se contraen no se cumplen”. Lampadia