Fundación para el Progreso – Chile
Fernando Claro
Publicado en La Segunda
05.07.2023
¿Qué van a decir en Chile sobre el estallido francés?
¿Que está bien quemar bibliotecas en un país como Francia que no aguanta impuestos tan bajos, o más obstáculos de «la derecha» a las «transformaciones necesarias»?
Cuestiones así ha dicho Mélenchon, quizás el más importante líder de la izquierda allá. Los ricos son los culpables y los pobres se levantan, dice, avalando la violencia. ¿Qué significará, al final, tener ideas de izquierda?
- Durante años no existía terrorismo en Chile, eran inventos de los ricos. Apenas llegó al poder, la izquierda dijo que el terrorismo acechaba la Araucanía —que ya no se llamaba Wallmapu, por lo demás—.
- Era una vergüenza militarizar los campos de trigo y forestales, donde incendios, violencia y muertos inocentes no paraban. El control militar no era parte de la solución —era, de hecho, empeorar la situación, «violencia trae más violencia»—. Apenas llegó al poder, la izquierda militarizó todo.
- Era evidente que había que aceptar a todos los inmigrantes, porque el derecho a inmigrar (sic), había que respetarlo, hasta que la izquierda llegó al poder y no solo los expulsa, sino que militariza fronteras.
- Era un derecho exigible y sin condiciones eso de retirar anticipadamente los ahorros para la jubilación, hasta que la izquierda llegó al poder y empezó a significar «pan para hoy y hambre para mañana».
La violencia y barricadas, sin matices, se justificaban, hasta la semana pasada. En fin. Hay más falsedades, pero ¿qué queda?
¿Aborto? ¿Matrimonio gay? Yo estoy de acuerdo en eso, ¿soy de izquierda? Sobre mi cadáver.
¿Qué más entonces? Coartar la libertad de expresión, donde avanzan con su vergonzosa Comisión.
¿Empresas estatales? Tropiezan con el despilfarrador «plan piloto del gas» de Giorgio y sus gorros rosados, una rústica operación política.
Darwin relata, en su paso por Tierra del Fuego, que los indígenas se sorprendían por sus pieles blancas, pero que esto se extremó en Wulaia, Isla Navarino, donde el único hombre negro que iba en su barco, el Beagle, se asomó a compartir: los yaganes no pararon de hacerle bullying, tanto así que no se asomó nunca más ahí. Neoliberales los yaganes —quizás los selknam—.
En las Galápagos Darwin no vio indígenas, porque nunca hubo, así que cuando yo fui, lo que más me llamó la atención —más que las tortugas y los pinzones—, fue un libro que se titulaba (en inglés), Pobladores indígenas de las Galápagos.
¿Cómo tan faltos de tema (los de izquierda)? ¿Qué ideas tienen? ¿Preocuparse por los pobres?
Buen chiste. A través de Democracias Vivas o negocios a la Caval, quizás.
Solo parece ser una idea: el fin justifica los medios. ¿Cuál fin? El poder. Todo el resto importa nada; ideas, principios, nada. Poder, y solo poder.
Uno puede entender esta bajeza entre los que buscan el poder, no hay que esperar mucho de ellos; lo deprimente es quienes, alejados del poder, los siguen, y peor aún, los siguen fanáticamente. Lampadia