Entrevista a Fernando Cillóniz
Por Valerie Vásquez Velasco
Perú21, 25 de noviembre del 2023
“Algo que mucha gente no sabe es que por años fui amansador de mulas. Yo entiendo ahí la terquedad de la gente, del mundo, de todo; es como una terapia”, asegura.
Amansador de mulas. Aliancista, aunque jugó profesionalmente para la ‘U’, y basquetbolista profesional en Social Lince. Fernando Cillóniz, tras su paso por la gobernación de Ica, afirma que es necesario despolitizar los servicios públicos esenciales. “Todo está en manos muy corruptas”, dice sin titubeos, y señala abiertamente a Gallegos y Hurtado, sus sucesores en el cargo, a Vladimir Cerrón, a César Acuña y a varios personajes más de la política peruana. “La mafia vive de este desmadre, la salud pública da de comer a muchos mafiosos… El transporte es atroz, nos hemos quedado impactados con Los Dinámicos del Centro, pero hay ‘dinámicos’ en las 25 regiones”. Se refiere, en los mismos términos, a la educación, los servicios de seguridad, el Congreso y el JNE, institución que lo excluyó de la carrera presidencial en 2021 por no consignar un vehículo, “cuando incluso la OEA dijo que eso se subsanaba de puño y letra al no ser una falta grave”. Acepta que hablar de manera frontal, dando nombres y apellidos, lo ha llevado a recibir varias amenazas.
DE HACIENDAS Y REFORMAS
Hasta los 17 años, la vida de Fernando Cillóniz transcurrió en total tranquilidad en la hacienda San José de Chincha, en medio del campo, bañándose en ríos, acequias y pozos. “Tengo los mejores recuerdos de mi infancia y juventud. Viví, con mis 11 hermanos, entre los cultivos. Era una vida extraordinariamente feliz”. El quiebre sucedió cuando su padre murió. Eran tiempos de la reforma agraria y la familia recibió el aviso de expropiación de la hacienda. Ángela Benavides de Cillóniz viajó al centro de Lima para tratar el tema con los abogados y, coincidentemente, encontró en la Plaza de Armas una cola hacia Palacio de Gobierno. Era el cumpleaños de Juan Velasco Alvarado y se había organizado un besamanos. Sin pensarlo dos veces, la viuda de Cillóniz se puso en la cola, y cuando llegó al dictador le dijo en 30 segundos que estaba siendo abusada desde el punto vista legal y así salvó la casa, una de muy pocas que corrieron esa suerte.
LA CIUDAD Y LOS ESTUDIOS
De lunes a viernes, los 11 hermanos viajaban a la capital. Fernando Cillóniz pasó de Chincha a Surco, a la sede del Colegio Santa María Marianistas, y luego a la UNI. “Yo agradezco mucho al Estado peruano por haberme educado tan bien gratuitamente”, dice. Una vez que se graduó como ingeniero, cursó en la Universidad de Pensilvania un MBA en la Escuela de Negocios Wharton y volvió al Perú. “Quienes vivimos así no creemos lo que ahora se comenta recurrentemente que es el racismo. No en mi familia, por lo menos. Yo he tenido y mantengo amistades preciosas en Chincha. La gente que no sabe habla de los gamonales o de los explotadores, pero son estereotipos y exageraciones, no solo en San José sino en todo el Perú, quienes trabajan en el campo, muchas veces lamentan el empobrecimiento que sobrevino a la reforma agraria, aunque los analistas no lo quieran ver”, dice Cillóniz desde su experiencia de vida.
MODERNIDAD Y FAMILIA
Cuenta que su burbuja de felicidad es cuando monta a caballo. “Los agarro, los rasqueteo, los ensillo y los monto. Luego los baño y soy feliz. Pero algo que mucha gente no sabe es que por años fui amansador de mulas. Yo entiendo ahí la terquedad de la gente, del mundo, de todo; es como una terapia”, asegura. Aunque en algunos temas, como el aborto, Cillóniz es más bien conservador, a su familia, hace varios años, llegó una integrante que lo dice todo en las redes, sin filtros y rompiendo con todas las formalidades. Paloma Derteano es una “influencer” que lo cuenta todo bailando y en clave de humor. “Me parece que mi familia se ganó con ella como se ganó con mis cuatro nueras”, dice claramente cautivado, aunque reflexiona “igual, me sorprende que jóvenes tan lindas estén dispuestas a compartir tanta intimidad, pero en fin, es un estilo y hay que respetar. Por supuesto que la sigo desde Instagram y me encanta”, concluye.