Por Fernando Cillóniz
(El Comercio, 23 de agosto de 2015)
La carencia más relevante de la región Ica es el agua; me refiero al Agua Grande, como le llamamos los iqueños. Agua nueva que contrarreste la sobreexplotación del acuífero ocasionada por el extraordinario desarrollo de nuestra modernísima agricultura de exportación.
Durante los últimos 50 años los iqueños hemos esperado infructuosamente que el Estado haga por nuestra región lo que hizo por Moquegua y Arequipa con Pasto Grande y Majes. ¿Por qué a Áncash el Estado le dio Chinecas y a La Libertad Chavimochic? ¿Qué hicieron Lambayeque y Piura para merecer las grandes obras de Gallito Ciego, Tinajones, Olmos, San Lorenzo y Poechos? ¿Por qué a ellos sí, y a nosotros no? Esas eran las preguntas que los iqueños nos hacíamos, frustrados y resentidos; sin respuesta.
Pero ya no; el resentimiento con el Estado ha quedado en el olvido. Ahora contamos con una propuesta de asociaciones público-privadas(APP) que implica un transvase de aguas sobrantes del río Pampas en Huancavelica, la construcción de un reservorio de 70 millones de metros cúbicos sobre el río Ica, y un transvase de aguas sobrantes del río Pisco.
¿Qué pasó? ¿Por qué –de buenas a primeras– el ánimo de los iqueños es ahora de esperanza y optimismo? ¿Acaso el Estado se compadeció de Ica y se metió la mano al bolsillo para desembolsar los US$400 millones que costarán las obras?
¡Nada que ver! Y menos en estos tiempos en que las finanzas públicas andan color de hormiga. Lo que ha pasado es que, gracias a nuestra legislación de promoción de inversiones, una empresa privada ha propuesto invertir en el proyecto antes mencionado.
Los grandes beneficiarios serán los comuneros del Alto Pampas, Castrovirreyna y Huaytará en Huancavelica y –por supuesto– toda la provincia de Ica. La hermandad del agua entre Huancavelica e Ica se hará realidad, gracias a este proyecto de carácter público-privado.
Al margen de las bondades de esta gran obra de ingeniería, y sus enormes implicancias en el desarrollo futuro del pueblo ‘huancaveliqueño’ (así nos autodenominamos iqueños y huancavelicanos para destacar nuestra atávica hermandad social, cultural y geográfica) es menester destacar cómo el sector privado puede participar en la atención de diversas necesidades de orden público.
Aparte de la propuesta del Agua Grande, a continuación doy cuenta de otras más:
Agua potable y saneamiento: La región Ica cuenta con un pésimo servicio de agua potable y saneamiento. Las empresas municipales responsables de brindar dicho servicio están en muy mala situación, y la gestión de estas deja mucho que desear.
El Ministerio de Vivienda está propiciando la participación de empresas privadas especializadas en gestionar la operación, financiamiento y comercialización del agua potable en el país, lo cual implica el suministro continuo de agua potable de calidad a toda la población, sin aumentar las tarifas, sin reducir personal, sin requerir financiamiento público y sin privatizar las empresas municipales.
El Gobierno Regional de Ica está tratando de convencer a los alcaldes provinciales de la región para que opten por la propuesta del Ministerio de Vivienda, y así resolver el gravísimo problema de falta de agua potable para la población iqueña.
Infraestructura de transporte: La infraestructura vial y de transporte de Ica es muy mala. Me refiero, por ejemplo, a ese infierno que resulta el pase por Chincha, donde la carretera se transforma en un embrollo en el que se cruzan buses, camiones, autos, motos, triciclos, bicicletas, peatones, perros, etc.
Pues bien, gracias a estas APP, la región Ica contará con una autopista de doble calzada que recorrerá la región desde Chincha hasta Nasca, todas nuestras provincias tendrán carreteras de penetración a la sierra debidamente pavimentadas, un tren rápido unirá Chincha y Lima en apenas una hora, un puerto moderno en Pisco atenderá de manera eficiente y segura toda la carga de exportación e importación del sur del país y un modernísimo aeropuerto internacional atenderá a miles de turistas, empresarios y público en general que quieran viajar a Ica y a otras partes del país y del mundo.
Educación, deporte, cultura y ciencia: El Colegio de Alto Rendimiento de Ica que demandará una inversión de S/.60 millones será construido por empresas privadas bajo el esquema de obras por impuestos. Además, decenas de otros colegios están siendo construidos o modernizados por empresas privadas mediante este mismo mecanismo. Todos estos colegios contarán con infraestructura deportiva de primera.
La asociación privada Empresarios por la Educación está colaborando decididamente en la capacitación de directores y docentes en diversas instituciones educativas de la región.
Gracias a un voluntariado privado y a la generosidad de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la asociación Sinfonía por el Perú que dirige nuestro connotado tenor Juan Diego Flórez, ha empezado la convocatoria de los futuros maestros que dirigirán el coro y orquesta sinfónica infantil de la región Ica.
Igualmente, el sector privado está cofinanciando conjuntamente con Concytec y la CAF el flamante Instituto Científico del Agua, que se constituirá en Ica para generar y difundir conocimientos y soluciones prácticas respecto al fascinante y complejo mundo del agua.
Como se ve, en la región Ica el sector privado es un gran socio de nuestro desarrollo. Es verdad que algunos iqueños no respaldan la pertinencia de las asociaciones público-privadas, pero ni modo… lo lamento por ellos. La mayoría de los iqueños no somos retrógrados. En la medida en que las empresas privadas se sometan a las leyes y a los controles de los organismos de supervisión del Estado, bienvenidas sean a Ica.