Debemos santiguarnos con una nueva cruz en nombre del agua, la salud, la educación y la seguridad.
Entrevista a Fernando Cillóniz, Gobernador regional de Ica
Por Fernando Vivas
El Comercio, 05 de diciembre de 2015
El gobernador regional de Ica cuestiona la gestión del actual ministro de Economía, Alonso Segura, y dice que podría acompañar a Keiko Fujimori en un eventual gobierno, pero luego de cumplir su período como gobernador.
Fue la estrella de CADE porque viene de una empresa agrícola, está ahora en la política como gobernador de Ica y podría estar de vuelta en el mundo del agro si el ministro Alonso Segura no atiende sus reclamos y Keiko Fujimori no aprovecha su potencial. Cillóniz sorprendió con su alegato contra la indolencia del MEF, que sería el principal responsable de que hoy seamos un “éxito económico y un fracaso social”. “Los huevos del Perú están en Ica”, proclamó en honor de las granjas avícolas congregadas en Chincha.
Usted ha sido la estrella en el primer día de CADE con su evangelio en nombre del agua, la salud, la educación y la seguridad ciudadana. ¿Es religioso?
Soy cristiano pero no es por mi religiosidad que digo esto sino porque hay que hacer un evangelio del gobierno y fijar bien claro el objetivo.
¿Y es un evangelio naranja? ¿Por qué no decirlo?
No. Yo le estoy agradecido a Keiko porque, siendo independiente, me invitó a participar en esta aventura sin yo habérmelo propuesto. Yo dije, simplemente, no voy a arrugar. Estaba leyendo a Basadre que habla de los congelados, los podridos y los incendiados. Había 15 candidatos, entonces mi raciocinio fue “no arrugo, si no gano, vuelvo a mi mundo feliz que es el de la agricultura”. Pero gané. Keiko no ha intervenido en mi plan de acción.
¿No ha conversado con ella sobre sus planes?
No. Soy independiente. Políticamente debe ser una decepción porque yo no sabía cuántos fujimoristas me iban a pedir trabajo y no he otorgado empleo a nadie si no es a través de una evaluación. Literalmente soy una decepción para los partidarios. Pero Keiko me ha alentado.
¿Podría acompañarla en un eventual gobierno suyo?
Sí, pero luego de terminar mi período en el gobierno regional. No me parecería bien dejar el cargo sin haberlo completado. Me parecería mal renunciar.
Dentro de sus cuatro puntas de la cruz, me interesa el agua. Es una palabra muy en boca de la izquierda antiminera pero en boca suya tiene otro sentido.
El agua es abundante, sin embargo, carecemos de ella, porque es estacional y está distribuida caprichosamente. Hay mucha en la vertiente oriental de los Andes y poca en la vertiente occidental. Y dentro de la misma costa hay ríos con agua que se desperdicia.
El ambientalismo ha hecho una mística del agua opuesta a la actividad minera.
Yo estoy por la siembra y cosecha de agua, los represamientos para el estiaje, quiero que haya más agua para la gente. Para mí, es agua sí y oro también.
En Ica no ha habido situaciones tan dramáticas como en Arequipa y el valle de Tambo [proyecto Tía María].
He ido al valle de Tambo cuando era agricultor. Ahí hay política ahora. No podía creer cuando veía en la televisión a estos vándalos incendiando comisarías. Yo sí creo que la agricultura puede convivir con la minería en el Tambo. A los mineros hay que exigirles procesos ambientales impecables. Nosotros tenemos Cerro Lindo en Chincha, que tiene una planta desalinizadora y está en un valle bien frágil.
Como gobernador regional, usted tiene que lidiar con el MEF y ha dicho que desalienta, que es indolente.
Pero solo el MEF [es indolente]. La Sunat es detestable, es verdad, y es injusta porque solo se centra en los formales. Yo estoy combatiendo el robo de combustibles en la carretera y ahí hay delito tributario. Cuando le pido a la Sunat que me acompañe a demoler infraestructuras precarias, no lo hace. Pero es muy expeditiva para cerrar una bodega. También es exitosa en su recaudación.
Pero el MEF sí es indolente.
Es indolente bajo la jefatura de Alonso Segura.
¿Es un problema de nombre y apellido o un problema estructural?
Yo creo que es de nombre y apellido porque yo soy agricultor de toda la vida y cuando hemos tenido otros ministros, por ejemplo Jorge Camet, era un gran promotor de la agricultura; Luis Carranza, un gran convencido del aporte de la agricultura; mi primo Ismael Benavides también. Hemos tenido muy buenos ministros de Economía. Alonso Segura no me atiende, es horrible.
¿Esa indolencia no irá más allá de Segura y será una marca del gobierno, de la época? Usted ha dicho que somos un éxito económico pero un fracaso social.
Puede ser, pero no logro entender por qué están trabados los proyectos de agua de Ica y el puerto de Pisco. No me entra en la cabeza. Iniciativas privadas comprometidas, confianza bancaria, ni un sol del erario público, generación de empleo en la parte alta de Huancavelica.
Tendrá que completar su aprendizaje de político.
Seguramente. Habrá visto que soy un tanto impertinente, pero eso es lo que siento. No siento que pase lo mismo que [con el MEF] en Agricultura, Salud y Educación. El propio presidente Humala, que sé que muchos detestan, me parece un hombre sencillo. Ha venido a Ica muchas veces y es buena gente.
¿Y cree que desde esa sencillez se puede hacer más que desde la indolencia de un tecnócrata?
¡Qué quiere que le diga! Lo último que quiero es agredir e insultar. La indolencia es una característica del comportamiento humano. Tenemos médicos indolentes, que yo detesto porque no atienden a pacientes de tercera edad. Eso me rebela. Yo creo que en el MEF se actúa con indolencia frente al dolor de mucha gente.
Ica es duramente golpeada por la inseguridad. ¿Qué dice su evangelio al respecto?
Es un problema de moral. Existen sindicatos de construcción civil que representan a los trabajadores del sector, pero se han creado mafias que nos extorsionan a todos los que vamos a hacer obras.
Son mafias y son instituciones con las que hay que lidiar.
Yo he visto a la policía colaborar con ellos. La corrupción es un cáncer que nos está matando y la inseguridad tiene que ver con la corrupción.
¿Podemos esperar que usted juegue un papel político importante en los próximos años?
No creo. Lo que quiero agregar es que el mundo se está urbanizando y dejando de ser rural. El Perú está en ese proceso. Los jóvenes no quieren trabajar la tierra. Tengo dos hijos agrónomos que sí lo quieren porque de alguna manera yo los he metido en esto. Pero la mayoría son citadinos.
Para la juventud, el campo es de recreo. ¿Cree que este es un proceso irreversible o podremos retornar a un ciclo bucólico?
Lo que creo es que los espacios agrícolas se están reduciendo porque las urbes están creciendo de una manera explosiva. Lima dejó de ser valle hace años. Nos estamos comiendo el campo y hay más bocas que alimentar. Lo que queda es la mecanización y la modernización de la tierra y eso van a hacer las empresas.
¿Estaría de acuerdo en un ordenamiento territorial para garantizar espacios para la agricultura?
Claro. Ica se está metiendo al valle en vez de irse al desierto y llevar el agua por tubería. Un ordenamiento territorial es fundamental.