Los viejos, los gordos y los chinos
Con este artículo damos la bienvenida a Lampadia a Fernando Cillóniz, Gobernador de la Región Ica, ‘un político por vocación’ al mejor estilo de aquellos que hicieron Patria años atrás. Fernando es un excelente ejemplo de liderazgo y compromiso, que además ejerce con franqueza y perseverancia.
Fernando Cillóniz B.
Gobernador Regional de Ica
Para Lampadia
Ica, 17 de agosto de 2016
La agricultura hortícola y frutícola peruana tiene un futuro prometedor. El envejecimiento de la población europea, la obesidad de los norteamericanos, y el enriquecimiento de la sociedad china, constituyen tres factores muy importantes que están jugando a favor de la agricultura exportadora del país.
Los jóvenes en Europa conviven como parejas de casados, pero se les ha dado por no tener hijos. En todo caso, a lo sumo, algunos se animan a tener un solo hijo o hija. Seguramente, por tener que trabajar para subsistir, y también para pasarla bien, las chicas se rehúsan a salir embarazadas, y – como no podría ser de otra forma – el tiempo pasa, los jóvenes dejan de serlo y se convierten en adultos, y los adultos se vuelven viejos, y así transcurren los años sin que atrás vengan las nuevas generaciones, tal como sucede en nuestro país.
El hecho es que la población europea, pudiente y bien educada, aunque achacosa por los gajes de la edad, tiene que comer sano. Eso implica que en vez de fritangas y comidas grasosas y pesadas, los europeos están comiendo más frutas y hortalizas; es decir, productos como espárragos, alcachofas, pimientos, uvas, mandarinas, mangos, paltas, etc. que producimos los peruanos cada vez más, y mejor.
Por otro lado, la obesidad de la población norteamericana, que si bien es un gran problema para ellos, constituye una gran oportunidad para nosotros. Como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga. El mal de la obesidad de los gringos, está trayendo un gran beneficio para la agricultura hortofrutícola nacional.
A ese respecto, resulta encomiable la campaña que ha emprendido el Presidente Obama, y sobre todo su señora – ambos atléticos y alimentados como debe ser – para mejorar los hábitos de consumo de la población de su país. Resulta por demás interesante, ver cómo los niños están consumiendo más frutas y hortalizas frescas en las meriendas escolares, en vez de esa comida chatarra, llena de grasa y harina, principal causante de la obesidad en el país del norte.
El hecho es que por cuestiones de Estado, y por prescripción médica, los gordos norteamericanos están consumiendo más frutas y hortalizas, y los agricultores peruanos estamos aprovechándonos de ello.
Y para completar el círculo virtuoso del mercado de productos hortícolas y frutícolas a nivel mundial, tenemos a nuestro favor el enriquecimiento masivo de la población china. Resulta que cuando un país enorme y pobre progresa económicamente, lo que más crece es la demanda por alimentos. Y para suerte nuestra, los chinos suelen comer sano. Es decir, son grandes consumidores de frutas y hortalizas, y todo ello redunda en beneficio de nuestros agricultores.
Estamos pues ante un escenario favorable para la agricultura exportadora del Perú. Como que los astros se han alineado a nuestro favor. Se trata entonces de aprovechar la coyuntura, capitalizar bien a nuestras empresas con los recursos provenientes de los buenos precios del mercado, y de parte del Estado, alentar – no trabar – el proceso de inversión y modernización de la agricultura nacional.
Los viejos europeos, los gordos norteamericanos, y los chinos pudientes nos están dando la mano.
Lampadia