Fernando Calmell del Solar
Expreso, 21 de enero del 2025
Para identificar quiénes son los verdaderos maricones, comencemos por el significado de algunas palabras:
PONTIFICIA: Significa que pertenece o concierne al pontífice, al líder de la Iglesia Católica, por lo tanto, el Papa.
UNIVERSIDAD: Significa que es una institución de enseñanza superior que comprende diversas facultades y otorga los grados académicos correspondientes.
CATÓLICA: Una institución católica es una entidad que forma parte de la Iglesia Católica, como un instituto religioso o una universidad.
Y por último, MARICÓN: Es un sustantivo con categoría de insulto despectivo para señalar a un homosexual y también, en nuestro país, al cobarde o traidor.
Entonces, ¿quién nos puede explicar que la Pontificia Universidad Católica del Perú, que por su nombre representa al Papa, que representa o es parte de la Iglesia Católica, y que se supone un centro de enseñanza superior, haya presentado, disque una obra teatral llamada María Maricón, refiriéndose a la Virgen María y degradando no solo a la Iglesia, sino a la fe de millones de peruanos católicos?
¿Cómo permitió esto la Universidad Católica?
¿Cómo lo permitió el Ministerio de Cultura o el de Educación?
Yo les voy a decir por qué.
Porque los llamados progresistas, que nada tienen que ver con el progreso y que predican la famosa Agenda 2030, quieren que nuestros niños y jóvenes no aprendan matemáticas, historia, lenguaje, física, química, biología, anatomía, para después ser profesionales que se abran paso en la vida.
Los progresistas quieren y creen que es más importante demoler nuestras creencias, tradiciones y nuestra fe, para enseñar desde la primera infancia en los colegios, y seguir en las universidades, promocionando la agenda woke y LGTB.
Y aclaro: si alguien opta por la homosexualidad al ser mayor de edad, es libre de hacerlo, pero que se pretenda educar a niños para que sean homosexuales es otra cosa y no puede ser una decisión de colegios, universidades o del Estado.
La educación sobre sexualidad es una decisión que se debe dar en casa, desde los padres con participación de los hijos.
Parece que en la PUCP creen que los que somos padres y madres nos hemos olvidado del movimiento Con mis hijos no te metas.
Señores, no nos vamos a comer el cuento de que nadie sabía nada de esta obra hasta ver el afiche y que es una libre expresión de algunos alumnos.
No, esto es el resultado de una política de adoctrinamiento liderada por progresistas, caviares, socialistas y socialconfusos que avalan y fomentan este tipo de supuestas obras teatrales en centros de estudio y formación.
Ellos son los verdaderos maricones, en el sentido de cobardes, traidores y falsos, que pretenden invadir y manejar nuestras creencias, nuestra forma de pensar y nuestras familias. Pero, para colmo, ni siquiera dan la cara y se esconden detrás de alumnos y “activistas”.
El cambio de ciclo implica erradicar toda esta lacra. Por eso, yo no soy de izquierda, yo no soy caviar, y espero que se vayan todos y no vuelvan más.