Fernando Calmell del Solar
Expreso, 8 de octubre del 2024
Todos hemos visto las imágenes de Maduro, mostrando un librito y diciendo que defiende la constitución y la democracia. Todos escuchamos hace años a la izquierda caviar, pontificando sobre el estado de derecho, la defensa de los DD. HH., y se autoproclaman defensores de la democracia.
Y todos sabemos que ni a Maduro, ni a la izquierda caviar peruana, les importa un comino la democracia, el estado de derecho y la opinión de nuestra población. No les importan los trabajadores, no les importan los emprendedores. Lo único que les importa es mantener el control.
Veamos: Las cúpulas de izquierda y los caviares ahora son los principales patrocinadores del paro anunciado para el 10 de octubre. ¿Acaso con un paro van a detener las extorsiones?
Ellos mismos están en una campaña brutal para derogar la ley contra el crimen organizado, cuando lo que realmente quieren es volver a una ley que les permita perseguir políticamente y mantener el control sobre el sistema judicial.
No se dejen engañar, esta mentira de que los allanamientos beneficiarán a los criminales es absolutamente falsa. También mienten cuando critican la compra de aviones para la FAP y no le dicen al país que Argentina y Chile están renovando su fuerza aérea, y que lo hacen porque tener unas FFAA capacitadas siempre es una garantía, no solo de soberanía, sino de respeto a nivel interno y a nivel externo.
Nunca he defendido a este gobierno y tampoco a este congreso. Defiendo la verdad, defiendo a los emprendedores, defiendo a los jóvenes que se queman las pestañas estudiando para vivir en un país que no les brinda oportunidad alguna. Defiendo a los trabajadores, que se levantan muy temprano para ir a trabajar y así mantener a sus familias.
¿Qué defiende la izquierda caviar, a la familia peruana, a los emprendedores, a los trabajadores? No. ¿Defiende al país?
Por supuesto que no.
Y para colmo son dueños de canales y periódicos que usan todos los días para defender sus bolsillos y jamás los bolsillos de los peruanos.
Desde aquí, hago un llamado a los trabajadores, a los gremios, a los sindicatos que quieren al Perú para que piensen: ¿a quién están ayudando? La realidad es que están siendo usados como cómplices pasivos para que estos mentirosos sigan manteniendo ese poder que tiene a los peruanos y al Perú al borde del abismo.
También hago un llamado a la Iglesia para que no vuelva a tratar de manipular políticamente la fe del pueblo.
Abran los ojos, nuestro país está bajo ataque, nuestros enemigos son los que mienten. Si queremos un cambio de ciclo para vivir mejor, enfrentemos a la mentira, porque la verdad siempre triunfará.