Fernando Calmell del Solar
Expreso, 4 de marzo del 2025
¿Cuántas veces me han criticado por haber advertido a los ciudadanos sobre la existencia de la mafia caviar? ¿Cuántas veces me han escrito y descalificado por haber señalado que las ONG caviares tienen el control del sistema judicial, de la Fiscalía y de varios medios de comunicación? ¿Cuántas veces me han llamado para que ya no diga que los empresarios peruanos deben dejar de financiar a la caviarada?
La verdad es que han sido tantos, tantas y, como les gusta decir, tantes los que me han criticado, que hubo un momento en el que me dije: “Ladran, Sancho, señal de que avanzamos”.
Ya sabemos que, en el Perú, la justicia tarda y que, además, nunca llega. Pero la verdad puede tardar, pero siempre llega. Y la realidad es que Dina les dio a los caviares una cucharada de su propia medicina.
Por lo tanto, ¿y ahora qué?
Podremos estar de acuerdo o no con la presidenta, pero que dijo la verdad… la dijo.
La dictadura caviar se basa en dos columnas: una es el control total de la Fiscalía y los jueces, y dos, el control sobre los medios de comunicación.
Por supuesto, con el financiamiento encubierto de ONG que dicen defender la democracia, cuando lo que realmente defienden es la caviarcracia, que significa “gobierno de los caviares”.
Veinticinco años persiguiendo, procesando, encarcelando.
Veinticinco años amenazando y extorsionando.
Veinticinco años robando.
¿Cuánto se demoraron en allanar la casa de Vizcarra? Cuatro años.
¿Cuánto tardaron en allanar las oficinas de Odebrecht? Los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez lo hicieron tres años después.
Y como dijo la presidenta, allanaron la oficina y la casa de Gustavo Gorriti, pero ¡oh, sorpresa!, una orden de un exfiscal de la Nación suspendió para siempre el proceso de allanamiento.
Y además, ¿qué pasó con las acusaciones o allanamientos a los fiscales Barreto, Vela, Pérez, Ávalos y Tello? ¿Y los jueces, vocales y procuradores que aparecen en las agendas de Nadine o que tienen abiertas investigaciones por corrupción? ¿Los allanaron? ¿Hasta cuándo debemos esperar?
Entonces, ¿cómo puede ser que hayan emitido una orden de allanamiento para el ministro del Interior en tiempo récord? ¿No era que la justicia es igual para todos? Claramente, no.
Y ojo, este no es un tema de derechas o izquierdas. Aquí existe una mafia que se debe extirpar.
Por supuesto, ya empezaron las pataletas y los insultos de periodistas y de los caviares de siempre. Gustavo Gorriti ya debe estar planeando su venganza, y el resto tratará de esconderse debajo de la cama.
Pero hagan lo que hagan, se escondan donde se escondan, ya no tienen salida.
Se acabó el festín caviar, y estoy seguro de que la gran mayoría de los peruanos celebra.
La reforma judicial total es urgente. La verdad le ganó a la mentira.
Y, como dice la doctora Polo, esto es: ¡Caso cerrado!