Fernando Calmell del Solar
Expreso, 18 de marzo del 2025
La realidad política que vive el Perú es de una inestabilidad creada, una vez más, por la mafia caviar. A diferencia de las anteriores, hoy es similar a la de un virus que lucha contra un antibiótico.
Los caviares saben que el país ya les dijo basta. Basta al control que tienen sobre el sistema judicial para extorsionar gobiernos y chantajear a la empresa privada. El país ya les dijo basta al manejo de medios de comunicación que deforman o crean noticias, justamente para mantener dicho control. Por eso responden con las campañas de desprestigio que vemos hoy, que son verdaderos psicosociales para eliminar a todo aquel que se interponga en la continuidad de su poder.
Y claro, ¿qué hace la mafia caviar dirigida por Gorriti? Recurre a una moción de censura contra quien ha denunciado sus malos manejos: el ministro del Interior, haciendo referencia a 44 homicidios.
La realidad real es que el fenómeno de la violencia no es propiedad ni de este ministro ni del Perú. Para que tengan una idea, Chile, que tiene la mitad de habitantes, en el 2024 y lo que va del 2025, acumula casi 3 000 homicidios. Y durante este gobierno, teniendo el Perú el doble de población, se han registrado casi 4 000 desde diciembre del 2022.
Amigos: el problema de la inseguridad no es un problema de un ministro del Interior ni de las fuerzas del orden.
El mejor ejemplo está en cómo Giuliani enfrentó y venció al crimen organizado en Nueva York. Él se dio cuenta de que el problema estaba en la justicia: fiscales y jueces que no hacían su trabajo, ya sea porque estaban politizados, porque tenían miedo o porque eran corruptos; factores que hacían del sistema judicial una puerta giratoria para los criminales.
¿Qué hizo? Reformó el sistema para que fiscales, jueces y policías trabajaran unidos para perseguir el crimen. Investigando con eficiencia, procesando y metiendo presos a los delincuentes. Esa reforma fue la que le cambió la vida a los neoyorquinos.
Y una reforma del sistema judicial es lo único que nos va a liberar y nos va a devolver la tranquilidad. Por eso, dejemos claro que no es un tema que pase por cambiar al actual ministro del Interior, porque si la Policía detiene para que fiscales y jueces los liberen, estamos fritos.
Pero hay algo que es insólito: el Congreso se supone que representa al país, y el país está harto de estas movidas políticas baratas y oportunistas, que no tienen nada que ver con el bienestar de los peruanos.
Y, como siempre, pisan el palito que les pone la mafia caviar, que usa el caso del cantante del grupo Armonía 10 para tratar de eliminar a un ministro que, reitero, los ha desnudado ante la población.
¿Cómo puede ser posible que FP y RP, declarados anticaviares, pisen el palito de Gorriti y se unan a una moción de censura que, reitero, debería ser para la Fiscalía y el Poder Judicial?
Porky, Keiko, congresistas, recuperen la cordura, dejen el figuretismo y no pisen el palito, porque los peruanos, todos, estamos hartos del oportunismo y vamos por el cambio de ciclo.