Fernando Calmell Del Solar
Expreso, 31 de diciembre del 2024
Todos hemos leído o escuchado sobre los efectos del cambio climático, producto del calentamiento global.
Pero, en nuestro querido Perú, hemos superado cualquier pronóstico, debido a lo que deberíamos llamar: el Calentamiento Local.
Por eso, más allá de los efectos globales en el clima, como el aumento de huracanes, marejadas, lluvias de gran intensidad y temperaturas extremas, el Calentamiento Local es algo que debemos tomar en serio, para prevenir sus efectos en nuestro país.
El 2025 será tormentoso, porque el clima político será impredecible; por lo tanto, tenemos que tomar medidas de prevención de desastres, para que se cumplan nuestros deseos.
Comencemos con los deseos de un Feliz y Próspero 2025.
Lo primero, que podamos volver a vivir seguros y que reine el sentido común.
Que nuestros hijos reciban educación digna y no como hasta ahora, donde más importante es que aprendan los géneros y sus prácticas sexuales que aprender matemáticas, historia, lenguaje o educación cívica.
Que nuestros seres queridos no mueran esperando ser atendidos en un hospital y que nuestros niños dejen de ser víctimas de la anemia infantil.
Que los emprendedores puedan crecer y prosperar… y que los informales sientan los reales beneficios de ser formales, sintiendo que el Estado dejará de ser su principal enemigo.
Que nuestras FFAA y del Orden sean respetadas y dejen de ser insultadas permanentemente desde la izquierda y la caviarada.
Que la prensa mermelera deje de destilar caca en sus titulares y que deje de ser una especie de sicarios politizados.
Que los jueces y fiscales tengan la dignidad de renunciar porque se han dado cuenta de que gozan del repudio de toda la población.
Que el Congreso, en su último año y medio, se dedique a promulgar leyes a favor de la población y no de sus billeteras o conveniencia política.
Que las ONG y los oenegeros cierren sus chinganas y se vayan a sembrar sus ideas lo más lejos posible de nuestro país.
Y que en este 2025 aparezca ese peruano patriota, no contaminado por el virus de la corrupción, para que podamos convertirlo en Presidente y que sea la encarnación del cambio que todos los peruanos deseamos y pedimos a gritos.
Solo manteniendo y defendiendo nuestros deseos podremos prevenir el desastre que gran parte de la clase política, los caviares y la izquierda, la prensa politizada, los jueces supremos y fiscales y los candidatos de siempre quieren.
Por eso, queridos compatriotas:
Cuando llegue el 2025, antes de salir a dar la vuelta a la manzana con maletas deseando viajar, pide que los caviares, los corruptos y los populistas hagan sus maletas para que se vayan de una vez y para siempre.
Y cuando vayas a comer o guardarte las lentejas, recuerda que 25 años de caviarada nos hicieron más pobres porque fueron ellos los que se comieron todas nuestras lentejas.
Un abrazo grande y mis mejores deseos para todas las familias peruanas, y que este 2025 sea el año en el que juntos lograremos que el cambio de ciclo se haga realidad.