Félix Álvarez Velarde
Autor de “El Fracaso del Socialismo en el Mundo” – Lampadia
Para Lampadia
Lo que está sucediendo en USAID no es más que la punta del iceberg. Lo que muestra es una pequeña parte de un gravísimo problema: el que sectores radicales de izquierda y sus aliados cercanos – conocidos como “caviares”, “progresistas”, etc.- han obtenido muy grandes avances en la batalla cultural, que en lo fundamental atentan contra los valores de la democracia liberal y de los fundamentos de la civilización occidental (ambos íntimamente ligados).
USAID es una pequeña muestra de ello. En gran parte de las instituciones estatales e incluso privadas de Estados Unidos la izquierda y sus aliados se han mimetizado y están participando exitosamente en la batalla cultural.
Axel Kaiser y Agustín Laje –entre otros -en sus libros y conferencias, analizando este problema, denunciaban como en las universidades norteamericanas hay predominio ideológico de los que cuestionan de alguna manera la democracia liberal cuyos fundamentos e ideales estuvieron presentes en los Padres Fundadores en la independencia de los EE.UU. En el propio Congreso estadounidense hay una presencia significativa de ellos, especialmente en los representantes del partido Demócrata – Bernie Sanders, socialista, ha sido reelegido sucesivamente desde hace más de 30 años, es el más experimentado senador demócrata-.
Pero no es solamente en los Estados Unidos, sino que también ese sector tiene importantes presencia en los países europeos, cuyos organismos de apoyo económico, social y proyección cultural cuentan también con fuerte influencia de los “progresistas”.
Un ejemplo significativo lo tuvimos cuando representantes de varias embajadas criticaron públicamente un proyecto de ley para supervisar a las ONGs que actúan en el Perú –algunas de las cuales destinan fondos para afectar nuestra democracia y el modelo económico establecido en el capítulo económico de nuestra Constitución Política e incluso han politizado negativamente a parte de nuestro Poder Judicial– y exigieron su no aprobación.
Asimismo diversos organismos internacionales están fuertemente influenciados por esos “progresismos”, un ejemplo cercano es la CEPAL; pero también la OIT (una buena parte de sus funcionarios son representantes de las grandes organizaciones sindicales de izquierda radical).
En general, casi todas las instituciones de la OEA y de la propia ONU están fuertemente influenciadas. Una muestra clara podemos observar en los “contrabandos ideológicos” que figuran en algunos aspectos significativos de la “Agenda 2030”.
Importantes empresarios y fundaciones privadas – suicidamente- también apoyan a ONGs y Think Tanks enemigas del capitalismo, es decir enemigas de sus propias empresas (Soros, Fundaciones Ford, Rockefeller, Open Society, entre otras).
El evento mundial más importante que reúne anualmente a más de dos mil líderes empresariales y políticos en Davos, Suiza, El Foro Económico Mundial, ha tenido casi siempre una agenda preparada por asesores “progresistas”.
Milei, en los dos últimos foros rompió con ese absoluto dominio caviar he hizo reaccionar a algunos empresarios – no muchos-, entre ellos a Elon Musk (a partir de entonces se ha establecido una relación muy positiva entre los dos).
Uno de los aciertos del nuevo gobierno de Trump (coincido plenamente con lo escrito sobre él, en Lampadia, por Jaime de Althaus: No es liberal y de sus propuestas de aumentar los aranceles son antiliberales) es haberse rodeado de un grupo de grandes empresarios exitosos (que figuran en el top del ranking de multimillonarios de Forbes) para que lo asesoren en varios aspectos de su administración, especialmente de Elon Musk, quien se está dedicando a que el gobierno de EE.UU. sea más eficiente y seguramente lo ayudarán a Trump a corregir sus errores, para hacer a ese país más competitivo y pueda responder mejor a las serias amenazas de la dictadura del Partido Comunista Chino contra las democracias (los acuerdos del último congreso de ese partido son muy preocupantes).
Mientras Elon Musk y otros líderes empresariales han decidido cumplir tareas importantes en la lucha ideológica, política y económica en defensa de la democracia y del capitalismo liberal, ¿cuál es el papel de los empresarios peruanos en ello? Deben tener en cuenta que el Perú se enfrenta a dos graves amenazas: por una parte la izquierda radical y sus aliados (los “caviares”) cuyos partidos políticos reciben importante apoyo extranjero (Foro de Sao Paulo, principalmente Cuba y Venezuela, de China) y de actividades ilegales (minería ilegal principalmente) y sus ONGs siguen recibiendo importantes donaciones (lo de USAID era una pequeña parte).
Por otra parte, las actividades criminales no solo financian partidos políticos sino que a su poder económico le suman su poder político y corruptor y en las próximas elecciones su penetración dentro de las instituciones estatales (a nivel nacional, regional y municipal) habrá aumentado.
No podemos permitir que entre la extrema izquierda, sus aliados caviares, el populismo y el crimen organizado destruyan nuestra democracia, el capitalismo y el Estado de Derecho. Eso sucederá si no reaccionamos a tiempo, especialmente los líderes empresariales. Como parte de ello, ONGs liberales y Think Tanks como Lampadia necesitan apoyo para que en la batalla cultural y política los demócratas no actuemos con enormes desventajas. Lampadia