Hace unos meses, me contactaron de la Universidad del Pacífico (UP) y comentaron que iban a realizar un diagnóstico y propuesta de reforma del Sistema Previsional Peruano (SPP), lo que me entusiasmó.
Tenía la expectativa de que iban a presentar propuestas interesantes para permitir mejoras al sistema existente que resuelvan los principales problemas que tiene: la baja cobertura, los altos costos de administración y la baja competencia en la industria, la falta de incentivos para promover el ahorro privado, la dicotomía entre un sistema público de reparto y un sistema privado de capitalización individual, la falta de consistencia en cuanto a la pensión mínima que existe en el sistema público pero no en el privado, y las restrictivas regulaciones que limitan la capacidad de las AFP de lograr rentabilidades mayores para sus afiliados, entre otros.
La lectura del resumen del trabajo me desilusionó. El diagnóstico tiene conclusiones equivocadas que resultan en una propuesta de reforma que en vez de ser un avance en nuestro sistema previsional, significaría un gran retroceso y condenaría a los jubilados peruanos a tener en el futuro pensiones míseras financiadas al 100% por recursos del fisco. Es una vuelta a un sistema de reparto por la puerta falsa, pero sin contribuciones y con unos supuestos topes de pensión de S/. 200 por jubilado, que están dentro de lo que se considera niveles de pobreza. Son propuestas poco pensadas y que tienen costos muy altos que ni siquiera han estudiado. Lo peor de todo es que el propio estudio presenta proyecciones sobre pensiones futuras en el SPP que muestran que estas ascenderían a US$ 1,200 mensuales en el 2050 comparadas con US$ 366 en el 2013 (en dólares constantes). Esto es muy positivo y debería resaltarse y lleva a la conclusión distinta a la del estudio: el sistema de pensiones no es un fracaso como, equivocadamente, mencionan, y debe ser fortalecido y complementado, pero no eliminado.
Los elementos principales de la propuesta son la eliminación del ahorro previsional obligatorio (sea en las AFP o en la ONP) y la creación de una pensión universal no contributiva de S/. 200 mensuales para todas las personas de 65 años, financiada con los impuestos del gobierno central. La propuesta se sustenta en el argumento falaz de que al eliminar los aportes obligatorios previsionales se va a reducir la informalidad laboral. ¡Como si una de las principales causas de la informalidad fueran los ahorros obligatorios previsionales!
¿Cuáles son los costos ocultos de esta propuesta?
1. Desaparecer el ahorro de largo plazo en el país, ya que al eliminar el ahorro obligatorio en las AFP caerán fuertemente las aportaciones a las AFP, afectando la capacidad del mercado de capitales doméstico para financiar la inversión privada.
2. Darle una estocada de muerte al seguro de invalidez y sobrevivencia que ofrecen las empresas del seguro, que ya no tendrían la masa crítica para ofrecer tasas competitivas a los clientes, con lo que los deudos de afiliados al nuevo sistema de cobertura universal se enfrentarían a una pensión de S/. 200 para toda la familia al fallecer el padre de familia. El estudio ni siquiera menciona el tema del seguro de invalidez y sobrevivencia.
3. Condenar a millones de jubilados en el futuro a una vejez miserable, pero, eso sí, con cobertura universal (!).
4. Establecer un sistema previsional muy peligroso en el que el Gobierno se vuelve responsable de la totalidad del costo de las futuras pensiones en el país, y donde estará sujeto a tremendas presiones públicas para que se incrementen las pensiones míseras de S/. 200, con la posibilidad de que acabemos quebrándolo.
Este trabajo aporta poco al estudio y análisis de propuestas para mejorar el sistema previsional, que propicien una mayor cobertura y lo fortalezcan. El sistema de pensiones es susceptible de mejoras, pero está permitiendo que miles de jubilados, o sus dependientes, tengan pensiones decentes de jubilación por vejez, o de invalidez y sobrevivencia, que aumentarán en la medida en que el sistema se vuelva más maduro en el tiempo, como ellos mismos muestran. Esperaba más de un estudio originado en mi alma máter.