Por: Felipe Morris
Perú21, 29 de diciembre de 2020
Está terminando un año para el olvido, que tuvo fuertes implicancias económicas, sociales y sanitarias en todo el mundo. Según el FMI, la economía mundial crecerá alrededor de 5.2% luego de la caída de 4.4% este año. Este importante rebote se explica por la naturaleza de la crisis del COVID-19, distinta a las crisis tradicionales, caracterizadas por choques financieros y caídas de precios de activos, lo que no ocurrió en este caso. Con el proceso de vacunación en marcha en las principales economías, se asegura la recuperación económica de 2021.
En EE.UU. se espera que la actividad económica y el empleo mejoren una vez que las inmunizaciones alcancen a gran parte de la población, lo que ayudará a la recuperación de la economía mundial. La Eurozona también crecerá más fuerte en 2021 y China mantiene su ritmo de recuperación. Las políticas monetarias y fiscales laxas en gran parte del mundo contribuirán a este mayor crecimiento. El mejor desempeño de EE.UU., Europa y China tendrá un impacto positivo sobre los mercados emergentes en general y Latinoamérica en particular, a través de mejores precios para la mayoría de los commodities. El reto, sin embargo, será la capacidad de los gobiernos de garantizar el acceso y la distribución adecuada de las vacunas, lo que será aún más complicado en el Perú debido a la ineptitud de los que manejan las compras, que no cierran ningún contrato con laboratorios mientras países vecinos ya empezaron a vacunar.
En el Perú, los analistas proyectan que creceríamos 10% (en 2021) luego de decrecer alrededor de 12% este año. Por lo tanto, nuestro PBI no llegará al nivel de 2019, con sectores que todavía estarán muy golpeados como servicios, incluyendo turismo, lo que afectará la generación de empleo, el cual generalmente se recupera con un rezago al PBI. El crecimiento podría ser mayor si la inversión pública se sigue recuperando, si los resultados electorales favorecen la inversión privada, si no hay una segunda ola que obligue a restringir algunas actividades económicas, y si el Gobierno se pone las pilas en términos de las vacunas. Esto último es muy importante para garantizar el crecimiento en 2021. Las excusas que nos vienen dando para justificar no cerrar contratos con laboratorios son inaceptables: que necesitamos más información sobre las vacunas para aprobarlas (¿?) o que las condiciones que imponen los laboratorios son inaceptables, como si las pudiéramos cambiar en este contexto de gran demanda mundial.