Por: Felipe Morris
Perú21, 6 de setiembre de 2019
Perú21, 6 de setiembre de 2019
Para nadie es un secreto que la economía está en un proceso de desaceleración debido a un entorno global desfavorable y un desorden político interno, que generan una gran incertidumbre.
¿Qué podemos esperar en los próximos meses? Lamentablemente, creo que más de lo mismo si el Gobierno no toma medidas para revertir la situación. El MEF acaba de reducir sus proyecciones de crecimiento a 3% este año y a 4% en 2020, pero ni ellos se creen esas cifras. Los analistas estiman un crecimiento cercano al 2.5% este año, insuficiente para generar el empleo formal requerido. Peor, la crisis mundial recién empieza.
¿Puede hacer algo el Gobierno para mitigar el impacto de los shocks internos y externos en la economía? En gobiernos anteriores, salía el ministro de Economía a calmar las aguas y anunciaba medidas para mitigar la situación, incluyendo la aceleración de la inversión pública, promoción de la inversión privada y acciones para elevar el gasto corriente y la liquidez en los bolsillos de la población.
Hoy nos sobran los recursos, tenemos las balas para combatir al enemigo, pero nos falta puntería. Nuestro problema no se resuelve con dinero. La inversión pública está en el piso por incapacidad para ejecutar presupuestos, por lo tanto el camino fácil de aumentar fondos no funciona. Algo similar ocurre con la inversión privada, afectada por el mal manejo de Tía María, el adelanto de elecciones y el pleito político, donde no es fácil restablecer la confianza. El aumento del gasto corriente es peligroso y poco efectivo por sí solo. Solo un acuerdo de gobernabilidad entre el Congreso y el Gobierno podrá reducir la incertidumbre política y prepararnos mejor para enfrentar un entorno externo más negativo.