Por Elmer Cuba, Economista
Gestión, 13 de diciembre de 2021
“En el gobierno de Arce, la elevada politización e ideologización de la política económica está destruyendo cierta credibilidad fiscal del MAS, construida en 14 años”
En el 2006, Evo Morales llegó al poder como líder del MAS(Movimiento al Socialismo). En su primer periodo (2006-2009) seestatizaron/nacionalizaron empresas de ferrocarriles, telefonía móvil, metalúrgicas y de hidrocarburos. En el 2009 se realizó una Asamblea .Constituyente y se aprobó una nueva Constitución. Ello permitió a Morales mantenerse en el poder hasta el 2019.
En el 2021 el presidente Arce, del MAS, enfrenta un difícil cuadro macroeconómico. La inversión privada se mantiene 22% por debajo de la alcanzada en el 2019. Las exportaciones han pasado de US$ 12,700 millones del 2014 a US$ 8,300 estimadas para el 2021. En buena parte, reflejando la caída de las de hidrocarburos, que pasaron de US$ 6,600 millones a apenas US$ 2,000 esperadas en el 2021.
La falta de inversiones en ese sector ha llevado a disminuir el volumen de exportaciones y al incumplimiento de contratos con Argentina que, junto con Brasil, compran casi el 100% de las exportaciones bolivianas de hidrocarburos.
Las importaciones también se han venido contrayendo. Pasaron de US$ 10,700 millones del 2014 a US$ 8,300 millones esperados para el 2021. Por si fuera poco, se ha venido observando salidas de capitales -inversión extranjera directa y de cartera.
Entre el 2014 y el 2020, las reservas internacionales netas (RIN) han pasado de US$ 15,100 millones a US$ 5,300 millones, de las cuales la mitad está en oro. Así, los ratios de RIN entre importaciones y de RIN entre liquidez (M2) están en 0.66 y 0.36, respectivamente.
Bolivia fijó su tipo de cambio en 6.91 bolivianos por dólar desde fines del 2011 y, en buena parte, gracias a ello, logró reducir la inflación de 6.48% del 2013 a 1.47% en el 2019. En el 2021, en medio de un año inflacionario internacional, la inflación sería de apenas 0.49%, ¡menos que Japón! Tal contención no es sostenible por mucho tiempo más.
Desde el 2014, a partir de la caída internacional de los precios de hidrocarburos, eldéficit fiscal aumentó y durante el quinquenio 2015-2019 ha rondado el 7.6% delPBI. En el 2020 llegó a 12.7% del PBI. Los bonos soberanos bolivianos mantienenuna clasificación de especulativos.
Por su parte, entre el 2014 y el 2020 la deuda pública externa ha pasado de 18.4%del PBI a 33.5%. Mientras que entre el 2018 y el 2020 la interna ha pasado de13.6% del PBI a 28.5%. Es decir, en el 2020 la deuda total alcanzó el 62% del PBI.Entre el BID y la CAF mantienen el 50% de la deuda externa, seguidos por China yel BM. El banco central boliviano financia directamente a las empresas públicascomo la de hidrocarburos (YPFB), la empresa nacional de electricidad (ENDE) yyacimientos de litio bolivianos (YLB), entre otras.
La mayor recaudación del sector hidrocarburos permitió al Gobierno ampliar susniveles de gasto e incorporar al gobierno nacional a las empresas públicas. Sinembargo, la menor inversión y la caída de los precios de los hidrocarburosobservada desde el 2014 afectaron fuertemente los ingresos fiscales. A pesar deello, los niveles de gasto público continuaron altos, lo que llevó a mayores déficits yal aumento de la deuda pública.
¿Fin del modelo boliviano? En el gobierno de Arce, la elevada politización eideologización de la política económica está destruyendo cierta credibilidad fiscaldel MAS, construida en 14 años.
El exceso del gasto agregado y el desalineamiento cambiario (expresado en lapérdida de RIN) indican la necesidad de un ajuste fiscal y una devaluación. Esosería lo ortodoxo.
En caso contrario, la elevada vulnerabilidad macroeconómica puede llevar a una“argentinización” de la política macro. Es decir, varios regímenes cambiarios,controles de precios y el retorno de altas tasas de inflación.