Elmer Cuba, Socio de Macroconsult
Gestión, 10 de Mayo de 2017
Tanto la inversión privada como la pública vienen cayendo sostenidamente desde el 2014. ¿Se estabilizará la caída en el 2017? La evolución de la inversión tiene dos efectos importantes. El primero es que afecta la capacidad productiva de la economía. Al crear más stock de capital, aumenta el PBI potencial. El segundo es que afecta la demanda agregada en el periodo corriente. Es decir, es parte del ciclo económico. La evolución de la inversión privada está muy ligada al ciclo económico. Es más, para muchos macroeconomistas es el ciclo económico mismo. En cambio, la inversión pública tiene que ver básicamente con la provisión de los servicios públicos. Así, su nivel está determinado por la capacidad fiscal y a veces puede ser utilizada como una política anti cíclica.
En el caso peruano, históricamente la evolución de la inversión pública ha sido más bien procíclica. Crecía más en los años en los que la economía se aceleraba y menos cuando esta se desaceleraba. Esto no parece haber cambiado con la estabilidad macroeconómica ganada en las últimas décadas.
En la coyuntura actual, de elevada brecha del PBI (elevada diferencia entre el nivel potencial de la economía y el nivel observado), se debe acelerar la inversión pública. Lamentablemente, esto no ha sido así en los últimos tres años. Con el cambio de Gobierno no parece haber un cambio de tendencia. La inversión pública cayó 15% (en términos reales) el IV trimestre del año pasado y viene cayendo 13% en los primeros cuatro meses del 2017.
Para los próximos trimestres hay factores a favor y factores en contra. El Estado obtendrá mayores recursos gracias a la repatriación de rentas no declaradas y la amnistía tributaria. Los daños de El Niño costero han generado una sensación de urgencia. El Gobierno ha declarado el tema de agua y saneamiento como prioritario y ha hecho cambios normativos y ha puesto recursos en ello. El mecanismo de obras por impuestos ha sido mejorado.
Sin embargo, la corrupción destapada por el caso Lava Jato ha detenido varias inversiones. La Contraloría no viene ayudando en el proceso de relanzamiento de la inversión pública. Y, por si fuera poco, se ha estrenado un nuevo sistema (invierte.pe) en lugar del viejo SNIP que aún no es familiar en los servidores públicos que gobiernan el proceso a nivel nacional, justo cuando se requiere ir más rápido.
Las metas oficiales publicadas hace una semana presentan un incremento de la inversión pública de 15% real en el 2017. Por su parte, la inversión privada también viene cayendo desde el 2014. La inversión minera ha sido la que ha explicado gran parte de este desempeño. Sin embargo, la existencia de capacidad instalada ociosa en muchas industrias y la evolución reciente de las expectativas empresariales no hacen esperar un fuerte rebote de la inversión privada no minera.
Solo la evolución favorable de los términos de intercambio en los últimos meses parece ser el factor positivo para sostener una recuperación de los espíritus animales.
En resumen, la evolución de la inversión pública en los próximos trimestres será crucial para esperar un quiebre del ciclo económico. La inversión privada no se recupera antes sino junto con el ciclo. Es el ciclo.