Por Lourdes Baeza
El País de España, 15 de marzo de 2016
Glosado y comentado por Lampadia
Al Hroub, que enseña en un instituto en Al Bireh, recibirá 900,000 euros

Con la misma puesta en escena que una ceremonia de los Oscar y con los actores de Hollywood Salma Hayek y Matthew McConaghey como testigos, la maestra palestina Hanan Hroub fue la ganadora este domingo de la segunda edición del concurso internacional de enseñanza Global Teacher Prize de la Fundación Varkey, considerado el Nobel de la Enseñanza.
Ver nuestra publicación sobre la primera edición del premio: Nobel de la Enseñanza: US$1 millón para profesora – Dignifiquemos el rol de los maestros, del 19 de marzo de 2015.
El Papa Francisco, a través de un mensaje grabado, fue el encargado de anunciar el nombre de la ganadora que, además de alzarse con el título de mejor profesora del mundo, recibirá un millón de dólares (900,000 euros). “Podemos cambiar el mundo. Debemos enseñar a nuestros niños que las únicas armas deben ser el conocimiento y la educación”, dijo Hroub en Dubai, donde recibió el premio.
Su particular método de enseñanza, que aboga por educar jugando y descartar la violencia en todas las facetas de la vida del estudiante, cobra especial relevancia tratándose de una profesora de los territorios ocupados palestinos. Hanan al Hroub creció en el campo de refugiados de Dheisheh, al sur de Belén, un lugar golpeado por la violencia cotidiana del conflicto palestino-israelí.
“En Palestina los niños maduran muy deprisa. No les da tiempo a ser niños. Por eso hay que buscar métodos de enseñanza que les muestren que hay otro camino”, explicaba recientemente Hroub en Ramala.

“Durante la segunda Intifada, mi marido resultó herido por disparos israelíes cuando regresaba del colegio, de recoger a nuestros niños. Mis hijos fueron testigos de una situación horrible que realmente les marcó el carácter. En ese momento me encontré sola ante una situación que quería revertir. No quería que les afectase de por vida, así que empecé a inventar juegos y a trabajar con ellos para cultivar la no violencia”, explica la profesora Hroub.
Y poco a poco esa forma de trabajar con sus hijos la trasladó también a la escuela donde trabaja para ayudar a los niños que sufren trastornos de conducta por la violencia diaria que les rodea. Su lema, “aprender jugando” ha tenido muy buena acogida entre sus alumnos pero sobre todo entre los padres.
La educación en el Perú es uno de nuestras más dramáticas debilidades. En Lampadia recogimos el otorgamiento de la primera edición del premio con mucho entusiasmo para proponer lo importante que era dignificar el rol del maestro. En dicha ocasión propusimos un ‘Pacto Social por la Educación’, que acabamos de republicar en nuestro artículo: Educación en el Perú: La brecha que tenemos que cerrar, y que hasta hoy día ha sido olímpicamente ignorado por las autoridades del sector.
Lamentablemente, en el país nos estamos conformando con unas políticas educativas que podrían haber sido positivas en el siglo XX, pero son absolutamente inadecuadas para la cambiante realidad del siglo XXI. “Necesitamos una verdadera revolución educativa, un shock, un ‘Big Bang’”. Lampadia