David Tuesta
Perú21, 8 de agosto del 2024
«Parece que sí. Si bien, se proyecta condiciones económicas menos favorables en las principales economías del mundo, los fundamentales de las mismas todavía están en pie».
¿Hemos experimentado un escenario de irracionalidad financiera durante esta semana? El inicio de semana fue particularmente caótico. La subida de tasas del Banco de Japón provocó una caída del 13% en el Nikkei 225, su mayor descenso desde el lunes negro de 1987. El Kospi de Corea del Sur también se desplomó un 8.8%, su mayor caída desde la crisis financiera de 2008, mientras que el Taiex de Taiwán registró su peor día desde 1967, cayendo un 8.4%.
¿Cuál fue el detonante? Parece que fueron varios. Por un lado, desde hace tiempo vienen rondando sobre la mirada de los inversionistas el efecto de diversas tensiones geopolíticas. También han estado sobre la mesa un conjunto de datos económicos recientes que han generado cierta decepción. China, en particular, no termina de consolidar su recuperación. También los datos débiles de la economía norteamericana así como insinuaciones desde la Reserva Federal de posibles reducciones de las tasas de interés antes signos de debilitamiento. Esto, junto con los cambios de visión del Banco de Japón, incrementando su tasa de interés, derivó en una reacción abrupta en la composición del portafolio de los inversionistas globales que obtenían beneficios importantes entre un diferencial de tasas entre el dólar y el yen que ahora veían reducirse.
¿Sobrerreaccionaron los mercados? Parece que sí. Si bien, se proyecta condiciones económicas menos favorables en las principales economías del mundo, los fundamentales de las mismas todavía están en pie. Hay riesgos, por supuesto, como los que se han comentado, pero lejos para pensar en una catástrofe, como finalmente parecen haber comprendido los mercados. En general, la mayoría de los expertos prevén que Estados Unidos, el principal referente occidental, está en un proceso de suave reacomodo o desaceleración, pero muy lejos de pensar en recesión. La economía china, si bien débil desde la pandemia, tiene detrás el apoyo constante de paquetes de estímulos que seguramente se renovarán si las cosas se complican.
¿Puede haber alguna burbuja en algunos sectores específicos? ¿El de tecnología e inteligencia artificial, por ejemplo? ¿Los incidentes geopolíticos, como los de Israel-Hamás, pueden recrudecer? ¿Cómo cambiará la geopolítica con Trump, de llegar a la Casa Blanca? ¿Puede todo esto seguir afectando el futuro de los mercados? Todas estas preguntas nos llevan a respuestas cuyo grado de probabilidad se calcula día a día. Por lo que coincidiría en esta oportunidad con lo que señaló el economista John G. Galbraith: “la única función de la predicción económica es hacer que la astrología parezca algo más respetable”.