Por: César Campos Rodriguez
Expreso, 29 de mayo del 2022
La semana que fenece ha sido pródiga y alentadora en cuanto a un todavía pausado pero seguro despertar ciudadano contra la organización criminal encabezada por Pedro Castillo, sobrinos, secretarios y otros. Es un paradigma altamente riesgoso permanecer en la abulia o indiferencia ante la destrucción nacional que día a día, minuto a minuto, ejecutan Aníbal Torres, Dina Boluarte y demás elenco vomitivo del Perú oficialista.
No sólo me refiero a la sorprendente como efectiva movilización de los licenciados de las Fuerzas Armadas exigiendo al gobierno que reglamente la ley mediante la cual se les reconoce como héroes de la democracia por su lucha contra el terrorismo y, por lo tanto, los haga beneficiarios de una bonificación especial. De manera menos visible pero rotunda, reconocidos empresarios y ejecutivos de iniciativas privadas alzaron la voz, diferenciándose del tono melifluo con el que algunos de sus colegas (penitentes gratuitos de la imagen del capitalista angurriento y desalmado) suelen expresarse los últimos tiempos.
Destaco, por ejemplo, al discurso de Augusto Baertl en la ceremonia de conmemoración de los 126 años de la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMPE), quien presidió este gremio en dos oportunidades, lo mismo que su padre y hermano en diferentes épocas. Precisamente, Baertl aludió al síndrome de los empresarios judeo-cristianos: “Hoy todo el sector minero está en riesgo. Y también el futuro del Perú. No podemos ser presa de la inacción. Ahora es el momento que la SNMPE actúe en defensa del futuro de nuestro país. Dejemos de lado cualquier actitud culposa por lo que no se logró hacer, pongamos en valor lo que sí hemos logrado ejecutar, y por delante, los beneficios que ello le ha traído a todos los peruanos”.
Raúl Jacob, titular de la SNMPE, coronó la reflexión con cifras en una semana donde la señora Boluarte denostó a la minería nada menos que en la Asamblea Anual del Foro Económico Mundial reunida en Davos, Suiza: la actividad minera produce el 70 % de las exportaciones peruanas, representa el 23 % de la toda la inversión privada, el 12 % del PBI, el 42% de todos los impuestos que pagan las empresas y genera trabajo para 7.5 millones de peruanos quienes dependen directa e indirectamente de las empresas minero-energéticas.
Por último, deben resaltarse las palabras de Carlos Neuhaus al recibir el premio Empresario del año 2021, otorgado por el Instituto Peruano de Administración de Empresas (IPAE): “Basta de engañarnos con las promesas fáciles de aquellos que llegan al poder en nombre del pueblo para inmediatamente darle la espalda mediante su ineficacia, corruptelas y demagogia… Un país no crece con promesas, apetitos refundacionales ni ofertas de nuevas constituciones o leyes complejas que le ponen freno a la creatividad. El Perú nunca saldrá adelante si nos gobiernan personajes que admiten no estar entrenados y convierten sus limitaciones en sinónimo de humildad”.
Empresarios en acción. Ojalá el resto deje de bailar ballet.