Por: César Campos Rodriguez
Expreso, 19 de Febrero del 2023
Aunque la emboscada y asesinato de siete policías en la zona de los valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) haya provocado muestra legítima desolación respecto a la debilidad de los aparatos de inteligencia y el vigor retomado por la facción de Sendero Luminoso en esa área, las estadísticas y hechos dan cuenta de otra realidad que no debe soslayarse: retomar el principio del orden, la reacción del Estado ante la ofensiva internacional propiciada por los defensores del delincuente Pedro Castillo, la iniciativa ciudadana para poner freno al vandalismo e, incluso, la ronda de diálogo propiciada por la presidenta Dina Boluarte con los líderes de los partidos políticos, suman indicadores que alientan un leve escenario afirmativo en medio del caos anárquico vivido las últimas semanas.
Parto de lo concreto. Una medida tan simple como la acordada por el Concejo Metropolitano de Lima, al decretar la intangibilidad del perímetro del centro histórico capitalino, pone el peso de la autoridad al servicio de comerciantes, transeúntes, turistas, empleados públicos y privados cuyo afán de trabajo y libertad de tránsito se vio bloqueado por las algaradas terroristas que hicieron trizas patrimonio ajeno. Amparados en el lema: “Perú te quiero, por eso te defiendo”, ejecutaron más bien la máxima: “Perú te odio, por eso te destruyo”.
Otro acierto proviene de las esfera judicial, la que determinó prisión preventiva contra la operadora financiera de las movilizaciones violentas, Yaneth Navarro, a quien se le grabó legalmente una conversación telefónica con la hermana de Castillo anunciando segar la vida de policías. Junto a la “camarada Cusi”, son detenciones importantes pero aún insuficientes para desmovilizar las asonadas callejeras.
Aunque tarde, la Cancillería ha reaccionado contratando los servicios de una agencia PR política internacional y logrando objetivos específicos. Un total de 118 congresistas de 14 países, incluido el Perú, firmaron una carta abierta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en la que denuncian la existencia de un “proceso de desestabilización” contra nuestro país.
Los parlamentarios señalan en ese documento que hubo un papel protagónico del sinvergüenza boliviano Evo Morales en las protestas al sureste del Perú que movilizaron muchedumbre hacia Lima para derrocar al gobierno de Boluarte.
“Pero más grave aún es el comportamiento de gobiernos pretendidamente democráticos -como los de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Honduras y México- que apoyan implícitamente esta desestabilización”, destacan.
Luego de un mes y pérdidas diarias para Cusco del orden de 7 millones de soles (poco más de 2 millones de dólares), fue reabierto el santuario de Machu Picchu. Y aunque el liderazgo político ya no recaiga necesariamente en los partidos, favorece a Boluarte en el extranjero mostrarse abierta al diálogo y entendimiento.
Hay una brisa de optimismo en medio de esta atmósfera pública nutrida de mentiras y bajezas. Pero falta todavía mucho trabajo para revertirlas.