Charo Camprubí
Desde España
Para Lampadia
El PP ha ganado las elecciones al Parlamento Europeo ya que ha conseguido superar al PSOE por 2 escaños (22 frente a 20) y cuatro puntos (34,2% frente a 30,2%) Una vez más, ha absorbido a Ciudadanos que no consigue representación parlamentaria, razón por la que el PP sube 9 escaños. Sin lugar a duda, es una clara victoria. Ahora bien, ¿son estos los resultados que esperaba el PP? La respuesta es no.
Después de cinco manifestaciones contra la amnistía, tema estrella de su oposición al PSOE, el PP aspiraba a que un vendaval sacara del poder a los socialistas. Por eso planteó estas elecciones como un plebiscito sobre Sánchez y los plebiscitos o se ganan por goleada o son fallidos. Feijóo quería una victoria arrolladora, semejante a la de Marine Le Pen en Francia, y que Sánchez, como Macron, hubiese tenido que convocar elecciones generales.
Con estos resultados, ese escenario queda descartado. Tampoco se ve posible una moción de censura. Feijóo ha ganado las elecciones pero Sánchez ha resistido ya que solo baja un escaño. No hemos asistido al “acta de defunción del PSOE” como auguró Feijóo en el Congreso de los Diputados el 30 de mayo, día en que se aprobó definitivamente la Amnistía. La legislatura va a continuar. No hay cambio de ciclo. Mala noticia para el PP que no quería esperar más para llegar a la Moncloa.
Hace tan solo unos meses las encuestas situaban al PP 10 puntos por delante del PSOE y terminó ganando por cuatro. Este descenso se explica porque las elecciones en Cataluña, que se adelantaron inesperadamente, permitieron dar a conocer cuál era el efecto de la Amnistía en la sociedad catalana. Quedó probado que había sido benéfico, no solo porque ganó el Partido Socialista Catalán sino porque por primera vez en cuarenta años los independentistas catalanes perdieron la mayoría absoluta. El lema de la derecha, “España se rompe”, resultó ser erróneo, lo que le permitió al PSOE recuperar a votantes que se habían pasado al PP por la Amnistía.
El PP tampoco consiguió frenar a Vox. Hizo un llamamiento al voto útil que no le funcionó ya que Vox pasó de 4 a 6 escaños. Además, irrumpió de la nada un nuevo partido ultraderechista: Se Acabó la Fiesta (SALF) que sacó de arranque 3 escaños. El ascenso de la ultraderecha es un hecho incontestable en toda la Unión Europea y los partidos conservadores tradicionales no consiguen frenarla.
Mientras el PP tiene a su derecha el muro impenetrable de Vox, el PSOE tiene a su izquierda a Sumar y Podemos que han ido a las urnas por separado y cuyo futuro es incierto. Sumar, que forma parte del gobierno de coalición, solo consiguió 3 escaños y Podemos dos. ¡Nada comparable con la pujanza de los ultraderechistas!
Si se analizan estos resultados por bloque, nos encontramos con un empate técnico entre el PP y el PSOE. El PP y los dos partidos ultraderechistas suman 48,41% y el PSOE y los partidos que apoyan al gobierno un 47,16%. El bloque de la investidura de Sánchez estaría ahora ligeramente por debajo del bloque de la derecha pero hay que tener en cuenta que en estas elecciones no han votado sino el 49% de los españoles y que la movilización ha sido mayor en la derecha por el tema de la Amnistía.
Las elecciones al Parlamento Europeo suele ser una oportunidad de oro para la ciudadanía de castigar al gobierno. Esto ha sucedido claramente en Francia, Bélgica o Alemania, pero no en España. Dentro de la Unión Europea, el PSOE es el partido en el gobierno que ha obtenido los mejores resultados. Es posible que los buenos datos económicos le hayan sido de ayuda ya que España es el país que más crece de toda la Unión Europea, un 2,5%, mientras que los demás países no llegan ni al 1%.
La ultraderecha se nutre de las dificultades económicas y la ausencia de crecimiento en la Unión Europea (debido en parte a la guerra de Ucrania) ha sido un caldo de cultivo propicio para su desarrollo. Sin embargo, por mucho que hayan avanzado, lo más probable es que no entren en los órganos de gobierno de la Unión Europea ya que se va a poder reeditar la actual mayoría europeísta compuesta por los populares, los socialdemócratas y los liberales (pudiendo sumarse los verdes). El proyecto europeo podrá seguir por la senda que tenía trazada para los próximos años.
En España, el Partido Popular tendrá que esforzarse en elaborar un programa de gobierno que entusiasme a los españoles para asegurar su victoria en el futuro. Mientras tanto, cabe preguntarse quién habrá dormido mejor anoche, ¿Feijóo, con un sabor agridulce en la boca porque habiendo ganado todavía no toca poder, o Sánchez aliviado por haber sobrevivido?