Charo Camprubí
Desde España
Para Lampadia
Los pactos entre el Partido Popular (PP) y Vox para formar gobiernos de coalición ya están en marcha. El poder territorial pasa a manos de la derecha y es de color azul verdoso (azul por el PP y verde por Vox). El PP gobernará en 30 capitales de provincia y en 5 de ellas con Vox. Algo similar se espera en unos 135 municipios.
Los pactos con Vox se han llevado a cabo con rapidez y sin complejos siendo el de Valencia el más flagrante. El PP ha aceptado postulados de Vox que levantan ampollas y la imagen de moderación de Feijoo se ha desvanecido. Para contrabalancear esta mala imagen Feijoo ha permitido (con el voto de sus cuatro concejales) que la alcaldía de Barcelona pase al PSOE para evitar que caiga en manos independentistas.
Es posible que el bloque de la derecha sea también el vencedor en las elecciones generales del próximo 23 de julio. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos factores que podrían alterar los resultados que se proyectan, por el momento, como los más probables.
El primero es que los españoles no suelen votar de la misma manera en las municipales y autonómicas que en las generales.
El segundo es que el nivel de participación suele ser baja en las municipales y autonómicas y alta en las generales, aunque esta vez la participación estará alterada por el hecho de que en julio muchos españoles se van de veraneo. ¿Votarán todos por correo? Nadie lo sabe.
El tercero es el coste de los pactos de gobierno con Vox en el electorado centrista. ¿Qué precio pagará el PP? Por otro lado, el electorado de izquierda y el feminista que se quedó en casa el 28 M puede movilizarse para frenar a Vox a nivel nacional.
El cuarto está en el terremoto que ha vivido el bloque de la izquierda. Hasta ahora, el PSOE solo podía gobernar en coalición con Podemos. Pero el 28 M una parte del electorado de Podemos, que es un voto de protesta, se pasó a Vox. Podemos está agónico, al punto que ha tenido que integrarse en Sumar. La próxima coalición de izquierda (si la hay) ya no será PSOE/Podemos sino PSOE/Sumar. Y Sumar tiene otro talante.
Sumar, es un partido recién fundado por Yolanda Díaz, (vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo). Díaz ha conseguido que 16 pequeños partidos de izquierda vayan unidos a las elecciones, lo cual es algo inédito en España, y ha excluido a Irene Montero, la ministra de Igualdad de Podemos que tantos problemas dio al Gobierno con la ley Trans y la ley del sí es sí. Sin Pablo Iglesias ni Irene Montero y absorbido por Sumar, Podemos ya no será el mismo.
El quinto es una incógnita total: ¿quién será el tercer partido? ¿Vox o Sumar? Ya se sabe la garra que tiene Vox, pero se desconoce la de Sumar que se presenta a las urnas por primera vez. Y aunque Díaz es la política mejor valorada del país por haber sido capaz de tejer acuerdos con la patronal en el ámbito laboral, el éxito de su partido está por verse.
El sexto es el impacto que pueda tener el cara a cara televisivo Sánchez/Feijoo que tarde o temprano tendrá lugar.
De cómo se resuelvan estas seis incógnitas dependerá el resultado electoral. Hay tres escenarios posibles:
- que la ola conservadora se convierta en tsunami y el PP consiga con Vox la mayoría absoluta (176 diputados);
- que el PP logre ser el primer partido pero no consiga ni con Vox la mayoría absoluta (lo que lo obligaría a buscar otros socios parlamentarios muchos de los cuales serían renuentes a pactar con Vox) o
- que suceda una sorpresa, es decir, que el PSOE vuelva a ganar las elecciones generales, o quede en segundo lugar, pero consiga gobernar en coalición.
El 28 M la campaña del PP evitó hablar de lo económico porque, como lo resalta la OCDE, la economía española da muestras de fortaleza. Nunca ha habido tanto empleo; la senda de crecimiento continúa y la inflación está controlada. Por eso, en la campaña del 28 M lo que el PP y Vox cuestionaron es la política de pactos del PSOE, lo que llaman el “sanchismo”, tachándola de radical por la coalición con Podemos o de ataque a la unidad de España por contar con el apoyo parlamentario de Bildu (ex etarras) y ERC (independentistas catalanes). Esta campaña parece ir por la misma senda ideológica de “derrocar al sanchismo”.
Los españoles no han parado de dar bandazos en los últimos años. El 28 M se llevó por delante a dos partidos: Ciudadanos y Podemos. Sus líderes pretendieron convertirse en el primer partido de la derecha y de la izquierda respectivamente y de eso ya no queda ni sombra. Lampadia