Charo Camprubí
Desde España
Para Lampadia
El partido ultraderechista Vox ha presentado, por segunda vez en esta legislatura, una moción de censura contra el gobierno de coalición que preside el socialista Pedro Sánchez, con el objeto de convocar elecciones generales anticipadas. ¿Qué lectura se puede sacar de esta moción de censura?
Vox mostró una vez más su soledad parlamentaria. Solo consiguió el voto a favor de sus 52 diputados y uno del Grupo Mixto. Es decir, que ni los otros partidos que quieren echar a Sánchez del poder votan con Vox.
Vox ha aparecido como un partido frívolo que lleva a cabo una moción de censura sin respetar la Constitución. En España la moción de censura no es solo un instrumento para tumbarse al gobierno. Tiene que ser constructiva, es decir, contar con un candidato a la Presidencia del Gobierno que presente un proyecto de gobierno alternativo. Vox no cumplió con ese precepto constitucional porque su candidato, el profesor Ramón Tamames, no presentó ningún plan de gobierno, lo que fue muy criticado por la mayoría de las fuerzas políticas.
Tamames parecía descolocado, fuera de órbita, un hombre de otra época. Economista de reconocido prestigio, fue comunista y estuvo encarcelado por Franco. A través de los años fue virando hacia la derecha y ahora, a los 89 años, aceptó ser candidato a la presidencia del gobierno en esta moción de censura de la ultraderecha. Se le reprochó tanto su viraje radical (“Quienes firman su moción son los hijos y los nietos de los que lo encarcelaron”) como el no haber trabajado lo suficiente su discurso de candidato (“Su discurso es válido para una cervecita”) y, sobre todo, su revisionismo histórico de la guerra civil española ya que dijo que se inició con la República en 1934 y no en 1936 con el golpe de Estado de Franco, para concluir diciendo que en los dos bandos se cometieron atrocidades. En política exterior sorprendió que dijera: “¿Qué es hoy la Unión Europea? ¿Ha venido hoy Estados Unidos a traernos la guerra de Ucrania y tendrá que venir China a salvarnos de la guerra de Ucrania?”.
El Partido Popular trató a Vox con guantes blancos. Esta vez no hubo ni rastro del discurso belicoso de Casado contra Abascal durante la primera moción de censura. Tampoco el PP votó en contra como lo hizo entonces, sino que se abstuvo. En mayo hay elecciones municipales y autonómicas y a fin de año elecciones generales. El PP sabe que pude tener que gobernar en Alcaldías y Ayuntamientos con Vox. Es un socio incómodo al que hay que sortear lo mejor posible.
El líder del PP, Feijóo, no se presentó en el hemiciclo. Dado que Feijóo no es diputado no hubiera podido tomar la palabra, pero siendo senador podía haber estado presente. Su ausencia fue clamorosa y muy comentada.
Vox quiso llamar la atención, pero posiblemente no consiga aumentar el número de sus votantes. Ha caído a un 10% en intención de voto y su líder, Abascal, debió de pensar que montando un show en el Congreso atraería a votantes del PP. Pero dada la falta de contenido de la moción de censura es dudoso que lo haya conseguido. Abascal no ha hecho más que repetir el mensaje ultra de siempre y su candidato, Tamames, no ha estado a la altura.
La moción de censura ha sido un bumerang porque permitió a la coalición gubernamental salir reforzada con 201 votos en contra de la moción de censura. El gobierno de coalición acababa de pasar por sus horas más bajas debido a la negativa de Podemos a hacer una modificación en la “ley de sí es sí” que, debido a un fallo técnico, facilitó la excarcelación o la disminución de penas de violadores. El PSOE terminó votando con el PP dicha modificación lo que estuvo a punto de romper la coalición. Pero esta moción ha vuelto a unir al PSOE con Podemos.
Además, la vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz, presentó en el hemiciclo las grandes líneas de su proyecto político “Sumar”, con el que pretende reunir a todos los partidos que se sitúan a la izquierda del PSOE en una plataforma única. Su proyecto tienta a muchos, pero Podemos considera que puede perder influencia si no llegan a acuerdos previos. Hay que recordar que Yolanda Díaz no es de Podemos sino de Izquierda Unida. Para Sánchez es fundamental que los partidos que se encuentran a su izquierda se entiendan y vayan unidos a las urnas porque si esta izquierda se debilita podría no tener suficientes apoyos para gobernar.
Se puede concluir que la moción de censura ha sido un fracaso total porque el gobierno sale reforzado. Por si fuera poco, le ha permitido a Sánchez dar el pistoletazo de salida de la campaña electoral recordando todos los logros de su coalición durante los últimos 3 años. Lampadia