Carlos Prieto Balbuena, Gerente de Estudios Económicos del BCP
Gestión, 30 de octubre del 2024
“Hay tres grandes tendencias que pueden impulsar el desarrollo del Perú en la próxima década: el cobre, el puerto de Chancay y lo que puede gatillar, y la clase media”, afirma Carlos Prieto, del BCP.
Cerca de cerrar este 2024, la mayoría de las empresas se encuentra elaborando su presupuesto del 2025 o el planeamiento estratégico para los años venideros. Veamos cómo cerrará el actual año y, qué esperar para los próximos con una mirada de mediano plazo.
Este año cerrará con un rebote de la economía en torno a 3%. Las condiciones estaban dadas para un rebote entre 5% y 6% con términos de intercambio en niveles récord, y por el rebote cíclico luego de que en el 2023 la economía peruana sufriera su primera caída en 25 años, excluyendo la pandemia. Los factores domésticos impidieron un rebote más fuerte. A esto se agrega la creciente inseguridad y el deterioro institucional que se refleja también en la pérdida de respeto a la tecnocracia (véase el reciente maltrato del Congreso al presidente del BCR y la incapacidad del MEF para detener las malas iniciativas del Congreso y del propio Ejecutivo).
¿Qué esperar para el 2025-2027? Los factores domésticos poco cambiarán hasta el 2026 y nadie sabe si lo que viene en las próximas elecciones será para mejor o peor del país. Aun así, en un escenario base en que el Perú –a pesar del deterioro institucional– lograra mantener sus anclas de estabilidad, el país podría crecer entre 2.5% y 3.0% en los próximos años apoyado por un entorno internacional de buenos precios de exportación y caída de la tasa de interés en dólares de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Crecer entre 2.5% y 3.0% implicaría crecer nuevamente por debajo del promedio mundial. Y si el viento internacional a favor cambia, o si el deterioro local se acentúa, o si hay un nuevo fenómeno de El Niño, creceríamos aún menos.
Soy más optimista, sin embargo, sobre el mediano plazo siempre y cuando Perú mantenga sus anclas de estabilidad (baja inflación, prudencia fiscal, capítulo económico de la Constitución). Hay tres grandes tendencias que pueden impulsar el desarrollo del Perú en la próxima década:
* El cobre. La transición hacia una economía global verde es una bendición para el Perú puesto que traería precios elevados del cobre probablemente esta y la próxima década. El Perú produjo 2.8 millones de toneladas métricas de cobre en el 2023, mientras que Chile produjo 5 millones. El Perú puede elevar su producción de cobre en los próximos 10 años a 3.5 millones (o más) en base a proyectos identificados como Tía María, Zafranal, Michiquillay, La Granja, Trapiche, Los Chancas, Galeno, entre otros. Estos proyectos movilizarían una inversión por cerca de US$ 20 mil millones con un efecto dinamizador en empleo formal en construcción, metalmecánica, transporte, alojamiento, servicios; así como mayores ingresos fiscales a futuro.
*El puerto de Chancay y lo que puede gatillar. Asia ahora estará más cerca del Perú que de Europa (del puerto de Kuantan –Malasia– a Europa toma 30 días, mientras que del puerto de Kuantan a Chancay tomará 25 días). Para desarrollar el potencial de Chancay a 10 años será clave contar con un operador internacional con amplia experiencia en la administración y desarrollo de parques industriales capaz de atraer empresas globales de maquila a la zona. Omar Narrea, investigador del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico en “Hacia la industria 4.0 alrededor del puerto de Chancay: Lecciones desde corredores económicos en China, Malasia y Tailandia en la Iniciativa de la Franja y la Ruta” identificó 10 lecciones sobre parques industriales y zonas económicas especiales, además del papel de las ciudades en la competitividad económica.
*La clase media. El reciente artículo de Oxford Economics, “The future of the middle class in the emerging markets”, señala: “Nuestras proyecciones muestran que la clase media en Perú pasará de ser la más pequeña de los tres países (Chile, Colombia, Perú) prepandemia a la más grande en la próxima década. Gracias a su sorprendente resiliente estabilidad macro, sólido crecimiento de productividad y fortaleza del sol, la clase media del Perú sobrepasará a la de Colombia para el 2030 a pesar de que esta es 50% más grande en términos de población”. Este puede ser un pronóstico optimista, pero no improbable si Perú logra elevar su crecimiento potencial a 4%.
No demos por sentado que todo esto sucederá en automático, necesitamos ordenarnos, revertir el deterioro institucional y trabajar muy fuerte para que realmente suceda, y aún así tomará tiempo. A Bismarck se le atribuye la siguiente metáfora: “Uno debe comprobar siempre por dónde está pasando Dios en la historia del mundo y en qué dirección va. Después, subirse a ese tren y agarrarse con fuerza para que su impulso lo arrastre tan lejos como pueda llegar”. El tren no siempre pasará ni nos esperará, ojalá no dejemos pasar estas oportunidades.
No demos por sentado que todo sucederá en automático, necesitamos ordenarnos, revertir el deterioro institucional y trabajar muy fuerte”.