Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para Lampadia
El 28 de Julio del 2021, fecha en la que los peruanos, debíamos celebrar nuestra madurez como república, a los doscientos años de nuestra independencia, dábamos inicio, paradójicamente a la etapa más oscura que nos tocó vivir como país.
Y no fue precisamente aquella pandemia que, un año antes, destruyó hogares, cobró muchas vidas, y nos hizo regresar lo avanzado y nos puso de regreso camino a la pobreza. Esa pandemia puso a toda la humanidad en “PAUSA”.
Ese día del bicentenario no teníamos nada que celebrar. Ese día, asumía la primera magistratura de la Nación un oscuro personaje, que había llegado luego de un proceso electoral plagado de dudas, en un país cuyas instituciones habían sido infiltradas o capturadas, y con un sistema electoral que premiaba la dispersión, convirtiendo la “voluntad popular” en una ruleta cuando cualquiera puede ganar, y que garantiza que cualquier candidato con menor preferencia al 10% pueda resultar ganador.
“…DESTRUIR EL ESTADO BURGUES DESDE ADENTRO”
Era la consigna que repetían como un MANTRA, los profesores y alumnos del curso de materialismo histórico y dialéctico, allá en el ya lejano 1973, cuando yo cursaba estudios en la Universidad de Cusco.
Y claro, las trasnochadas ideologías, eran la semilla de lo que pronto sería sendero luminoso, y nacieron precisamente en las universidades: Huamanga, San Antonio Abad, San Marcos, San Agustín; que estaban virtualmente tomadas.
Nunca me resultó más familiar la frase, cuando precisamente, el día de nuestro BICENTENARIO, accedía a la primera magistratura de la Nación, el profesor chotano, cuyo único mérito había sido dirigir una huelga magisterial que hizo que millones de estudiantes pierdan un año de clases que jamás se recuperó.
Nunca más claro, ese propósito de “Destruir el estado burgués desde dentro”. Que cuando el profesor Pedro Castillo, que asumió el poder con las menores capacidades morales e intelectuales posibles. Sin embargo, sus 16 meses de gobierno bastaron para demostrar lo que se podía hacer para destruir lo que medianamente funcionaba:
- Iver Maraví, su ministro de trabajo, en una semana reconoció y legalizó las organizaciones terroristas que ahora tienen personería legal. Eso estaba consumado antes de terminar agosto.
- Copamiento y clientelismo de todos los ministerios, e instituciones del Estado. La burocracia pagada con nuestros impuestos, creció exponencialmente.
- Corrupción en los programas de Mivivienda con muchísimos millones involucrados en el caso “Sada Goray”.
- Corrupción en el ministerio de Transportes. El ministro Silva sigue prófugo. (presumiblemente en Venezuela) muchos meses después.
- Corrupción grosera e indiscriminada en el otorgamiento de obras. (La cuñada/hija) justifica las decenas de sellos encontrados en su poder diciendo que son “para ayudar a los distritos más pobres” que no pueden tramitar sus obras. Un caso flagrante de AMORALIDAD (No inmoralidad, porque quien es inmoral sabe qué es malo y que es bueno, decide optar por lo malo). La inocente chica no sabe distinguir entre lo bueno y lo malo.
- Betsy, la ministra de cultura (hoy encarcelada), y la directora de la DDCC de Cusco, idearon un sistema para destruir la calidad de la experiencia turística en Machupicchu, entregando a “la población”, 1,000 boletos para venta directa, fuera del sistema computarizado. Se generó un mecanismo por el cual entregaban boletos luego de dos días de colas para obligar a los turistas a pagar alojamiento y alimentación en aguas calientes.
- Promperú, tuvo una ejecución presupuestal CERO entre 2022 /2023. La convicción es que el país NO DEBE INVERTIR EN PROMOCION DE EXPORTANCIONES NI TURISMO. Una decisión que nos aísla del resto del planeta, y generó que la recuperación tarde dos años adicionales.
¿UN ALIVIO?
Cuando la poca institucionalidad que quedaba en el país, el día 7 de Diciembre del 2023, reaccionó al autogolpe de estado perpetrado contra todas las instituciones, con los conocidos resultados, los peruanos respiramos aliviados. La fiscalía de la Nación arrinconó al corrupto presidente, el comando del Ejército, se puso del lado de la Constitución, el Congreso hizo lo suyo y tuvo que producirse una sucesión constitucional.
Tenemos ahora a la Señora Dina como la primera mujer presidente del país. No es pertinente hablar de su preparación, capacidades, visión de país. Ella que postulaba a una alcaldía distrital “se encontró” con la Presidencia del país. Hace lo que puede.
Ese momento, los peruanos, pasamos del espanto al alivio, y asumimos con total irresponsabilidad, que “todo había pasado”.
Estas líneas son para reflexionar en el futuro del país y decir a todos, que los males de Castillo y su corrupta izquierda NO HAN PASADO.
- Subsiste un sistema de elecciones que propicia la dispersión. 25 partidos habilitados (hasta hoy) para presentar candidaturas, un incentivo perverso que juega en contra del país.
- Siguen pendientes las reformas en el sistema electoral.
- La Tarea de las “reformas de segunda generación” no ha empezado a visualizarse.
- Siguen las dudas sobre la idoneidad del Jurado Nacional de Elecciones.
- Siguen los fiscales con su circo mediático luego de haber salvado a la fuente misma de la corrupción enviada por el foro de Sao Paulo (Odebrech).
- Está preparado el camino para una nueva polarización.
- Los “candidatos” se alistan creyendo tener posibilidades. “hay que unirse dicen… pero todos detrás de mí”.
- La izquierda democrática no existe.
- La otra izquierda sigue apostando a la destrucción, con la complicidad de “Los caviares”.
- A propósito… ¿Alguien sabe si el “gallo Zamora” sigue de embajador Cubano en el Perú? y ¿alguien sabe si sigue dirigiendo la des-institucionalición de nuestro país?
Parece entonces que tenemos un solo camino UNIRNOS.
¿QUIENES NOS UNIMOS?
No quisiera señalar nombres, sino propósitos. Una verdadera “Unión por el Perú”. Quienes participen, deben tener las siguientes convicciones:
-
- Tener una ética intachable. Apelar a la integridad como condición indispensable para la participación en política.
- Tener voluntad de participación política, y atenderse a un mandato ético que obligue a poner todas las capacidades, y experiencia al servicio del país.
- Tener claro el concepto “del bien mayor”, que es mucho más que “el bien de las mayorías o el bien personal o de grupo.
- Tener convicciones democráticas, apostar por los valores republicanos. Entender que necesitamos un país donde el juego democrático se realice en una estructura de división de poderes.
- Creer en las instituciones más allá que en los liderazgos personales.
- Creer en la libertad como valor supremo de la sociedad.
- Creer en una economía social de mercado.
- Creer en la igualdad de los individuos entendida como la igualdad ante la ley y la igualdad de oportunidades garantizadas desde el Estado.
- Creer en ejercicio de la democracia, como una práctica permanente más allá de las elecciones, en todo el ejercicio ciudadano.
- Comprometerse con el desarrollo de ciudadanía, entendida esta como el respeto irrestricto a los derechos del otro.
- Entender que la libertad tiene límites, y estos son cuando nuestra libertad colisiona con los derechos de otro o con el bien mayor.
- Creer en el derecho a la propiedad privada.
- Creer en el Estado de derecho, y el respeto a las leyes.
- Poner principios por encima de intereses.
- Reconocer que tener aspiraciones personales es legítimo, pero a la vez es imperativo tener capacidad de renuncia ante un proyecto mayor.
Estas condiciones para una Gran Unidad Nacional, será la única garantía de evitar que la dispersión de candidatos y la polarización (que parece ser la tendencia) nos lleven a una nueva debacle. ¿Están dispuestos los 25 líderes de los partidos habilitados a suscribir estos principios?
“AGUDIZAR LAS CONTRADICCIONES”:
Decía el libreto marxista que estudiábamos en la universidad en los años 70. Esta era la condición para llegar al poder.
Y no tenemos que ser muy duchos en política para darnos cuenta que esa parte del libreto ha sido cuidadosamente usado en las elecciones pasadas, y que llevó al poder a Pedro Castillo. Manipularon las elecciones para elegir el enemigo perfecto, (y la Señora K. tenía todas las “cualidades” para encarnar a ese enemigo común). Algunos yerros propios, y muchos otros fabricados, polarizaron a la población de tal manera que la cortísima diferencia de votos, pudo ser hábilmente manipulada en mesa para dar el triunfo al destructor del país.
Este es el primero de dos artículos que tiene un mensaje:
NECESITAMOS UNA ALIANZA DE LAS FUERZAS PATRIOTICAS Y DEMOCRATICAS DEL PERU PARA GANAR LAS PRÓXIMAS ELECCIONES DEL 2026, E INICIAR LA RECONSTRUCCION DE NUESTRO PAIS Y SUS INSTITUCIONES. Lampadia