Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para Lampadia
Este es un artículo que busca reivindicar la labor del empresario, generador de riqueza, prosperidad y que ha contribuido tanto a reducir la pobreza |
CREANDO RIQUEZA
La Teoría económica marxista, reconoce dos componentes de la “producción de la riqueza”: Estas son: El trabajo, y el capital.
De acuerdo a esta teoría (que lamentablemente suscriben muchísimos actores sociales y políticos), hay una dinámica perversa, donde el que tiene el capital es el explotador, y el que aporta el trabajo es el explotado. Esta teoría no reconoce que la riqueza se puede crear, la masa monetaria es la misma, produciéndose lo que se llama la “suma cero”.
No se reconoce la posibilidad de que la riqueza es susceptible a ser creada, puede crecer, se multiplica y llega cada vez a más personas.
La teoría del valor, reconoce más bien; que la riqueza se puede crear. Y todo a partir de dar un valor agregado que constituye una propuesta de valor que se hace en un libre mercado.
Así, por ejemplo, un lienzo vacío y unas acuarelas que valen unas monedas, pueden llegar a valer muchos miles, si en ellas, la genialidad de un artista ha plasmado una obra relevante.
Los componentes de la generación de riqueza radican fundamentalmente en el emprendimiento, y la creatividad para ofrecer repito, en un libre mercado, esa propuesta de valor. Será el consumidor quien decida si quiere consumir tal bien o servicio, y será la libre competencia la que defina el precio que está dispuesto a pagar el consumidor. Esa transacción Esta propuesta viene del ejercicio LIBRE, de ofertar y consumir, por consiguiente, es una transacción ética por principio.
Es por eso que suscribo, que la integridad es inherente al espíritu empresario.
QUIENES SOMOS LOS EMPRESARIOS
Los empresarios, somos personas que:
- Tomamos un riesgo.
Cuando arriesgas en una empresa, es muy fácil quebrar, a veces por no haber sabido “leer el mercado”, otras veces porque el mercado te saca con malas prácticas de la competencia y otras porque el Estado te quiebra vía intervenciones de SUNAT.
- Generamos renta para el Estado:
- Un 30% de las utilidades siempre van al Estado en forma del impuesto a la renta
- Un 18% de todo lo que vendiste es también para ese “papa Estado”
- Impuesto selectivo, impuestos municipales y otros…
TODO el dinero del Estado, es el que generamos las empresas y la transferimos vía impuestos.
Todos los Colegios, Hospitales, policía, ejército, infraestructura de todo tipo son pagados por loe empresarios.
- Los empresarios, ponemos al servicio del consumidor: creatividad e inteligencia
- Usamos de nuestras propias capacidades y las multiplicamos con las de otras personas que constituyen un equipo
- Ponemos nuestros recursos, y tomamos el riesgo financiero de prestarnos capital para poder construir una estructura productiva.
- Creamos trabajo, allí donde no había…
- Al contratar trabajadores estamos proponiendo a los colaboradores un pacto de mutuo beneficio, para la organización, para el trabajador y su familia.
- Procuramos al trabajador un sistema de protección, seguro social, salud, seguro de desempleo, derechos sociales, y actuamos dentro de un sistema legal establecido.
- Las empresas son parte de la estructura productiva del país.
- Las empresas aportan a la sociedad en su conjunto.
- Los activos de la empresa, NO PERTENECEN al accionista, son activos de una unidad productiva que habiendo dejado de pertenecer al “dueño”, son parte de los activos del país. (Cuando quiebra una empresa pierden los trabajadores, y pierde el país, que no sólo no percibirá recursos, sino va a dejar un vacío en la estructura económica del país.
- Debemos afirmar con orgullo que ser empresario es precisamente pensar en los demás, en crear organizaciones que van a sobrevivirnos.
- Nuestra ecuación equivale a un trato libre en el cual TODOS GANAN, el trabajador, el Estado, El inversionista, el empresario, el país en su conjunto. Es decir, WIN-WIN.
- A diferencia de las organizaciones de fachada empresarial, donde la ecuación, es la misma que la canción… “Alguien gana alguien pierde …Ave María…”
EL CREDO DEL EMPRESARIO:
Así como hacemos los católicos cuando vamos a misa… (Rezamos el credo para afirmar nuestras creencias). Los empresarios verdaderos, debemos expresar nuestras convicciones:
Creemos en la libertad como valor supremo de la sociedad.
Conocemos que la libertad tiene límites, y estos son cuando nuestra libertad colisiona con los derechos de otro o con el bien mayor.
Creemos en el respeto al derecho ajeno,
Creemos en la propiedad privada
Creemos en el Estado de derecho, respetamos las leyes.
Conocemos nuestra contribución a la sociedad a través del pago de impuestos, y la generación de trabajo con derechos laborales.
Creemos en la democracia y la división de poderes.
Defendemos nuestros intereses, pero supeditados al bien mayor.
Ponemos principios por encima de intereses.
CONSTRUYENDO CAPITAL SOCIAL
Cuando los países alcanzan un nivel de desarrollo, tenemos la tentación de medirlos por el PBI, es decir por la masa económica que han generado, y la medimos per cápita, para saber cuán rico es ese país o territorio.
Tenemos también un factor que es difícil de medir: La calidad de instituciones. Naturalmente que en el juego está también, lo que los gringos llaman “Rule of law”, es decir el respeto a la ley.
El respeto a las instituciones, a los roles que éstas juegan, y sobre todo la división de poderes de la República.
Existe también aquello que queremos llamar “capital social”. Una colectividad que vive en respeto y armonía, tiene un alto grado de “ciudadanía”.
Si hacemos una abstracción creo que podemos reducir todo este concepto, en uno sólo: Respeto irrestricto al derecho el otro.
Si existe este respeto expresado en las cosas sencillas (desde cumplir las reglas de tránsito, hasta respetar el derecho de propiedad)
Todo esto nos lleva a lo que Francis Fukuyama nos presenta como el principal valor de las sociedades… es decir LA CONFIANZA.
Si el producto o servicio que oferta el empresario, es SATISFACTORIO, está generando confianza en el consumidor.
Y … ¿Puede haber alguien que contribuya más a generar CONFIANZA en la sociedad, que los empresarios? Creo que debemos el reconocimiento de la creación de confianza en las sociedades, se la debemos precisamente a los empresarios.
Los monopolios, son precisamente la distorsión de las reglas del libre mercado. En un mercado sano, no existen monopolios, la generación de posiciones de dominio
EL DISFRAZ DEL CRIMEN
Una de las formas cómo las organizaciones criminales se esconden detrás de fachadas que parezcan lícitas es creando organizaciones delictivas, mal llamadas “EMPRESAS”, que con más o menos visos de legalidad puedan ir ganando espacios, acercándose al poder, realizando contratos, e imponiendo toda suerte de prácticas ilícitas, para enriquecerse, corromper, y establecer un “modus operandi” que es cada vez más conocido, y cada vez más impune.
Hay algunos tipos de organizaciones, que deliberadamente se organizan para recibir contratos del Estado, que son sobrevaluados, ( si no… de dónde salen los diezmos?) y cuyos trabajos no se ejecutan o se hacen mal.
Y hay otras que se disfrazan de negocios lícitos, en los cuales se invierte plata mal habida, y luego rompen el mercado porque sus costos son menores, o porque simplemente pueden vender más barato al tener dinero de otra fuente. Estas lavanderías abundan en nuestro país, cajas de ahorro, estaciones de gasolina, entre otras. Y en el pasado una aerolínea.
Dentro de estas “organizaciones”, predominan actividades ilícitas, pero las encubren con algunas que no tienen esa característica.
Este artículo busca poner una línea divisoria muy clara entre los delincuentes, que quieren disfrazarse de empresarios, y LOS VERDADEROS EMPRESARIOS:
Por ejemplo, yo rechazo categóricamente que los dos Zamires (Abudayeb y Villaverde), Karelim, Los Espino, o en su tiempo Odebrecht y sus socios, sean llamados empresarios. Los llaman así, la prensa, los fiscales y jueces, y la gente de a pie. Hemos normalizado el delito, y muy lamentablemente hemos asociado a la nominación de EMPRESARIO, que es una noble y patriótica tarea.
Consecuentemente reclamo en nombre de los miles de verdaderos empresarios honestos del país, el hecho que luego de décadas de castigo al éxito, se haya puesto en el imaginario colectivo la perversa y falsa asociación de entre empresa y corrupción.
Es momento de la reivindicación, para construir una cultura de integridad.
La corrupción, existe… SI, pero aquellos corruptos NO SON EMPRESARIOS. Lampadia