Carlos Gonzales Ávila, Consultor petrolero
Gestión, 28 de Abril de 2017
El Perú ha llegado al nivel más bajo de producción de petróleo desde 1980, año en el que registró un promedio de 195,000 barriles diarios. Desde el 2003, cuando se dictó la Ley 28109 (Reservas Marginales), no se ha dado ninguna norma legal que promueva las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos. Nuestras cifras petroleras son deplorables: una producción de petróleo de 40,000 barriles diarios, 15 contratos de exploración terminados en el último año, solo 51 contratos vigentes, 22 contratos en fuerza mayor, cero pozos exploratorios en los últimos 19 meses y 5 licitaciones de lotes sin éxito.
El “upstream” en el Perú está en emergencia y la situación exige cambios profundos en nuestra política petrolera. Es necesario modificar la Ley Orgánica de Hidrocarburos y sus reglamentos para sintonizarlos con el nuevo contexto petrolero mundial; revisar el modelo de contrato que aplica Perupetro y fortalecerlo institucionalmente, en funciones y en funcionarios.
Como parte de este proceso de cambios es importante terminar con la equivocada tesis que dice que la regalía del petróleo no puede ser menor al 20% del valor de la producción, porque debe cubrir el canon petrolero (18.75%), y la participación de Perupetro, el Ministerio de Energía y Minas y el Osinergmin. No hay norma legal que respalde esta tesis. Lo peor de todo es que con ese criterio lo único que se ha conseguido es ponernos fuera de competencia frente a países que tienen regalías menores como Uruguay (8%), Argentina(12%), Colombia (8%), Nicaragua (2.5%), entre otros. Y pensar que nosotros tenemos el D.S. 017-2003-EM que estableció regalías mínimas de 5% y desde hace 10 años Perupetro no quiere aplicar, a pesar de estar vigente.
Si bien la excesiva demora en la aprobación de los instrumentos ambientales puede desanimar a los inversionistas, creemos que el principal factor por el que hay tan escasa actividad petrolera en el Perú es la poca rentabilidad que ofrecemos, frente al alto riesgo integrado que involucra explorar y explotar petróleo. Ya bastante ha castigado (a nivel mundial) la rentabilidad de los proyectos de exploración y explotación petrolera, la caída de la cotización en el precio del petróleo crudo. Si cae el precio es necesario reducir costos hasta donde sea posible. El caso es que las empresas petroleras han hecho un gran esfuerzo por reducir costos. El único componente del costo que no se ha tocado es la “regalía”.
Es increíble que el Perú produzca solo 40,000 barriles de petróleo por día y en el noroeste haya más de 3,500 pozos ATA (abandonados temporalmente), la mayoría de los cuales fueron cerrados por “límite económico”, es decir, porque el precio y el costo se igualaron.
Perupetro no necesita que se modifique ni la Ley de Hidrocarburos ni sus reglamentos para pactar con los contratistas regalías reducidas, tanto para la producción básica (para detener su mayor declinación y cierre de pozos), como para la producción incremental. Es cuestión de decisión.
Los departamentos de Piura y Tumbes han sido seriamente afectados por los desastres naturales, su reconstrucción va a demandar muchos recursos y mucho tiempo. Una medida de emergencia, que sería de gran ayuda tanto para las regiones como para los propios operadores petroleros que también han sido afectados, podría ser que se reduzca la regalía de la producción básica al 15% por 3 años, y la reducción se destine: 70% a la reinversión en pozos para aumentar la producción y 30% a la reconstrucción de la zona afectada. ¿Alguien se opondría a esta medida?