Entrevista a Carlos Adrianzén
Expreso, 12 de noviembre del 2024
Aaron Salomón
Economista sostuvo que Alejandro Narváez fue designado como presidente del directorio de la empresa estatal de hidrocarburos para continuar firmando operaciones de salvataje.
¿Qué le parece la designación del estatista Alejandro Narváez como presidente del directorio de Petroperú?
Alguien tenía que aceptarlo. Estuvieron buscando a alguien que firmara la operación de salvataje, que parecía ser bastante complicada. Yo no llamaría al señor Alejandro Narváez estatista, sino izquierdista y, para la izquierda, todo es ilusión, menos el poder. Y el poder, por supuesto, tiene una serie de ventajas económicas.
El señor Narváez señala que Petroperú es una empresa que no está quebrada. ¿Es cierto o falso?
Una empresa quiebra cuando su valor presente neto es negativo; pero, mientras haya alguien que quiera mantener la pérdida, en este caso el Estado, siempre va a haber un Narváez que firme cualquier cosa por un buen sueldo. Petroperú nos cuesta una barbaridad de recursos y es un desastre como negocio desde el punto de vista privado, pero no está quebrada en la medida en que quien tiene el poder puede abusar y utilizar dinero de los hospitales, colegios o universidades para mantener este botín político.
En efecto, las empresas estatales no quiebran porque se siguen manteniendo con el dinero de todos los contribuyentes.
Como diría el señor Arista, es inmoral, en un país donde la gente muere por falta de atención básica, gastar una monstruosidad de dinero en mantener una empresa de la cual ni siquiera sabemos cómo compra o importa petróleo.
Eso fue lo que señaló el directorio anterior, liderado por Oliver Stark.
Antes de Stark, también se decía eso.
Y Arista nos mintió porque se va a seguir inyectando dinero a Petroperú.
Se acomodó. Y ahora se dice que Petroperú es estratégica, pero nunca lo fue.
¿Por qué sería estratégica si solo tiene el 25% de participación en el mercado de hidrocarburos? Si desaparece, no pasaría nada.
Petroperú no produce nada más que la necesidad de hacer operaciones medio raras, de vez en cuando, para mantenerla viva.
Solo produce deuda, que ya supera los 8 mil millones de dólares.
Y, además, expectativa de ganancia fácil. ¿Por qué cree que hay tantos bonistas?
¿Por qué se tiene tanto miedo de liquidar Petroperú y que los bonistas vengan a cobrar su inversión? Ellos sabían en lo que se metían al comprar estos bonos.
Es un miedo inventado. Los bonistas son privados y saben que los bonos tienen un precio y una tasa de interés. Los bonos pueden, simplemente, dejarse de pagar y el privado pierde. No pasaría nada. Nosotros no estamos para proteger a los privados; tenemos que preocuparnos en que los recursos que pagan los contribuyentes se gasten en educación o salud. Petroperú no se mantiene del aire, sino del hambre. Es una desgracia. Mata gente, porque, cuando se asignan mal los recursos del Estado, alguien va a morir por falta de atención básica. Es un acto criminal mantener Petroperú en un país pobre.
Es un acto criminal mantener Petroperú en un país pobre porque, si se sigue inyectando dinero a esta empresa estatal, le estás quitando presupuesto al sector salud, por ejemplo.
Recursos, claro. Los presidentes matan. Cuando un presidente inepto llega al poder, mata gente.
¿Narváez es la cuota del partido Juntos por el Perú, de Roberto Sánchez, en el Ejecutivo? Porque él postuló al Congreso por dicho partido.
Tú conoces más de las conexiones de esta gente, pero el señor Narváez y su directorio serán responsables de lo que hagan. Cualquier persona decente no aceptaría el cargo.
Si usted fuera ministro de Economía, ¿renunciaría al cargo ante la designación de Narváez?
Yo no sería ministro de Economía de la señora Boluarte. La señora me cae simpatiquísima, pero son sus ideas las que me distancian de ella. Pero, si yo tuviera que aconsejarle algo al señor Arista, le diría que debe irse. Su nombre ya estaba bastante gastado.
¿También debe dejar el cargo el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho?
Lo mismo. Los señores Mucho, Arista y Narváez deben ser personas muy simpáticas, pero no son capaces.
Mucho prometió que destrabaría Tía María, pero no ha pasado nada.
Eso es algo que el señor Mucho debería aclarar.
¿Petroperú es la bolsa de empleos del presidente de turno?
Es más que eso. Fuera de los beneficios políticos, no le veo mayores beneficios.
Lo que se conoce es que la última inyección de dinero para Petroperú fue de 750 millones de dólares.
Eso es lo que se conoce. Me preocupa que, en realidad, el monto pueda ser mucho mayor.
No se justifica, entonces, la existencia de Petroperú, porque les quita recursos a otros sectores, como salud o educación.
Y también a la seguridad ciudadana. Vemos a diario morir a miles de personas y no hay recursos suficientes, pero para Petroperú sí hay.
¿Y por qué sí hay?
Por una decisión política de la presidenta Dina Boluarte y todos los que firman con ella.
Petroperú en un botín político
Carlos Adrianzén afirma que la empresa estatal sigue operando a expensas del presupuesto público, desviando fondos que podrían destinarse a salud y educación.
El economista asegura que la empresa no quiebra porque el Estado absorbe sus pérdidas, sacrificando sectores esenciales en un país con grandes necesidades sociales.
Carlos Adrianzén critica que los recursos públicos se usen para mantener una empresa estatal ineficiente, en lugar de atender las urgencias en salud y seguridad.
El economista argumenta que es irresponsable seguir inyectando dinero en Petroperú, una empresa que genera solo pérdidas y acumula más de 8 mil millones en deuda.
Según Carlos Adrianzén, destinar fondos a la empresa estatal es un “acto criminal” en un país donde las necesidades básicas siguen desatendidas.