Entrevista a Carlos Añaños
Perú21, 25 de marzo del 2024
Por: Carlos Cabanillas
EI reconocido empresario llega por Semana Santa a presentar su nuevo libro en Ayacucho. Y de paso habla de los problemas y las posibilidades del Perú
¿Cómo hacer que los inversionistas confíen en Perú?
Has hablado de una palabra muy profunda. Si hay confianza, puedes soñar, tener esperanzas, tener fe e ilusión; puedes creer en un futuro. Pero la confianza es una palabra tan simple y tan compleja. La confianza es que haya tranquilidad para que a los turistas no los roben. Un Estado de derecho que cobije a todos por igual es parte de generar confianza. Nos debíamos sentir orgullosos del Perú como destino turístico, pero eso no lo estamos capitalizando justamente porque no estamos mostrando esa confianza. Da tristeza que se hayan ido como 500 mil jóvenes que probablemente no van a regresar. Y se han ido cerca de US$30 mil millones en los últimos años. Entonces, hablar de la confianza es hablar de lo único que debiera darnos visibilidad y predictibilidad con visión de largo plazo. Sin confianza, no hay nada. Tuve la suerte de emprender en Ayacucho, de sentirme orgulloso de ser ayacuchano. Y si me dices cuál ha sido el factor importante de éxito en mi vida empresarial, es la confianza. Nuestros primeros socios y proveedores siguen siendo amigos hasta ahora. Si das confianza, te dan crédito, puedes seguir invirtiendo. Es un círculo, es todo.
¿Cómo destrabar el Estado? Usted tenía una receta.
El tema que adolecemos es la gestión. Nuestra gran crisis es esa. No se hacen los puentes, no se educa bien ni se cura por falta de gestión. No se terminan las obras por falta de gestión. Hablamos del concepto de transversalización. Porque en Ayacucho, por ejemplo, la seguridad ciudadana la veían diferentes entes. ¿Cómo nos podíamos unir todos, anteponiendo el interés de Ayacucho? Y cuando se juntan todos, los actores recién destraban los procesos de manera increíble.
Estaba en Ayacucho cuando quemaron una mina, en la era Castillo. Hubo un cambio de gobierno, pero no cambió mucho más.
Pues sí, quemaron varias minas en el Perú, en Ayacucho. Y tuvimos que cancelar nuestro gran proyecto, el lanzamiento de la Ruta Encantada de los Cóndores. Teníamos los hoteles llenos, un ánimo gigantesco y se frustró todo justamente porque la gente empezó a tener miedo, cuando empezaron a quemar las minas. Entonces, de nuevo, es la confianza.
Habló con profesores. ¿Ha hablado con este gobierno?
Yo escucho, Carlos. Escucho. Creo que en este mundo esa es la palabra que más escasea. La escucha. Tenemos que ser humildes Para escuchar, para oír puntos de vista que piensan o no como nosotros. Estamos viviendo un mundo donde creemos que tenemos la razón en todo y no es así. Tenemos que ser humildes para escuchar, pero en el Perú está mal visto escuchar. La gente quiere el progreso, quiere mejores condiciones Y quiere salir de donde está. Y todos sentimos que estamos en un hoyo. Y para mí, en este caso, Ayacucho es fundamental. El turismo que estamos intentando promover en esta época es relevante, porque dinamiza absolutamente todo el aparato productivo, desde poner en valor nuestra biodiversidad hasta poner en valor nuestros productos agrarios. Únicos en su categoría, como Ios productos del alto andino. Son especiales, espectaculares. Una palta de Ayacucho no tiene nada que ver con la palta de la costa.
Se sataniza el diáIogo con quien piensa distinto. Se le criticó por reunirse con el Partido Morado . Pero luego se ha juntado con todos, incluyendo a Rafael Belaunde y otros. Estamos polarizados.
Usé la frase “conversar no es pactar”, pero habría querido decir “aprendamos a escuchar”. Estamos siendo muy polarizados, en muchos casos. No podemos juntarnos con alguien que piense diferente. ¿Por qué no intentar hablar y escuchar a alguien que piensa diferente? Yo he hablado y he escuchado a muchas personas. Y me siento orgulloso de haberlo hecho. Porque aprendo cada día. Y me dan grandes mensajes. Eso no quiere decir que yo piense como todos. Yo tengo absolutamente mi modelo personal. No te olvides, Carlos, que yo ya lo he perdido todo dos veces en mi vida. Yo lo perdí todo en la época del terrorismo. Mi madre me puso encima de un camión para salir y salvar mi vida. Y la segunda vez que lo perdí fue en Venezuela. En el año 2002 ya facturaba como US$100 millones. Lo perdí todo. Cero vale ahora la compañía en Venezuela. Entonces, de principios, valores, modelos, libertades y democracia, nadie me puede dar clases, con el perdón… No quiero ser soberbio, pero es lo que a mi me invita a seguir escuchando. Trabajar con un liderazgo de persuasión. ¿Por qué no persuadimos a las personas? ¿Por qué no hablamos con las personas? Para buscar sobre todo el bienestar de todos, que al final debiera ser eso.
¿Qué le diría a los empresarios?
Que no pierdan la esperanza. El Perú es nuestra casa. No la descuidemos. Cuidemos nuestro hogar, cuidemos lo que tenemos. Está en nuestras manos cuidarlo. No permitamos que los vándalos destruyan nuestra casa.
¿Cómo licitar sin corrupción?
La licitación en el Perú es compleja y engorrosa. Pero hay una palabra que define nuestras licitaciones: comprar el más barato. Luego pones asterisco y barra y puedes hacer adendas. Por eso se empieza un proyecto en 800 millones y termina en 4 mil millones. O empieza en mil millones y termina en 7 mil millones. Un hospital en Sullana empieza en 60 millones y termina en 400 millones. ¿Por qué? Por las adendas. En los países desarrollados ya no compran el más barato: compran el medio perfecto. Así no se dejan llevar por las futuras adendas. Y de ese medio perfecto, cuando se construya, podrían tener un margen de error, pero no más de un 20%, por ejemplo. Y al 20.1% automáticamente sale el que está haciendo la licitación y entra el accesitario. El Perú necesita un gran cambio en la forma de comprar y licitar.
Sobre todo con miras al APEC y a los Juegos Panamericanos del 2027.
Si, tenemos muchas grandes obras que se vienen, como el puerto de Chancay y la ampliación del aeropuerto. y las empresas que supervisan no pueden solo decir si se está haciendo bien o mal. Tienen que ser parte de la solución y del proceso bien hecho en la construcción. Hoy se construye un puente y no se cae, solo se desploma. ¿Y cuál fue el rol de la supervisora? Pero si a la supervisora le pusieras una obligación que tiene que tener, lo que llamamos compromiso o commitment, entonces podrían hacer un mejor trabajo, porque, si se cae el puente, les puede costar la carta fianza. Hay que tomar las mejores prácticas o best practices en el mundo para cambiar el proceso de licitación en el Perú. Con vergüenza oigo hace no más de 15 días que el Contralor dice que se han robado S/. 25 mil millones. Es lo que dio a Contraloría. ¿Y lo que no dio? El Perú necesita una gran reingeniería. Y la pregunta es, ¿y los emprendedores cómo quedan? ¿Cómo mejoramos la productividad? ¿Cómo mejoramos a los agricultores de Ayacucho?
¿Cómo mejorar a los ganaderos de vicuñas? Ganan poco frente a esta marca italiana de prendas de lujo que usa su lana.
¿Qué hacemos para que los agricultores de Ayacucho pongan en valor sus tierras y a través de esa puesta en valor puedan tener un empleo digno y no migren todos? Hoy la migración de provincias hacia Lima o de la sierra a Lima es gigantesca. Están dejando las tierras de ese espació maravilloso que está por encima de los 2,500 o 3,500 m.s.n.m. y están yéndose a Lima a vivir… ¿cómo? En los asentamientos humanos sin agua, sin desagües, sin salud, sin educación, sin nada. ¿Por qué no apoyamos a que se ponga en valor la zona del alto andino, para que se pueda retener a los jóvenes y tengan una oportunidad de trabajo en el interior? Todo el proceso se tiene que revisar. La vicuña tiene un problema ahí. Te hablo como ayacuchano orgulloso que soy. La vicuña es un bien del Estado. No es de los pastores ni de nadie, porque es patrimonio. Y como es un bien del Estado, nadie puede hacer nada con las vicuñas. Te voy a comentar algo simple, por ejemplo. Muchas vicuñas tienen sarna. La pregunta es, ¿quién las cura? Si son de nadie. El Estado no las cura. Si ni siquiera puede curar a los peruanos, mucho menos a la vicuña. Está todo tan abandonado. Pero yo sí creo que hay emprendedores. Yo conozco emprendedores que están trabajando. Por ejemplo, nosotros hemos apoyado un emprendedor ayacuchano que conocí en Lucanas. Se llama Armando Pariona. Lo ayudamos, desarrollamos y él hoy vende los sombreros de vicuña hasta en US$ 1,500 o US$1,800, que se han pagado en la última subasta de arte contemporáneo en el MALI. Para mí estas cosas se corrigen a través de la motivación y de los emprendedores locales. Entonces la pregunta es, ¿por qué no creer en nuestra gente? ¿Por qué no creer en nuestros emprendedores? Ellos son los que pueden sacar adelante y hacer que el valor de la vicuña crezca.
Ha sido muy crítico con los incentivos para la formalización. Estamos alejando a los informales.
Lo que pasa es que ser legal es una barrera de entrada muy alta. Ser legal cuesta mucho. Por eso es que es más económico o viable para muchas personas vivir en Ia informalidad. Se tienen que bajar las barreras de la formalidad. Yo te pregunto, por ejemplo, para hacer una empresa y pagar tus impuestos… El restaurante de la señora Juana que vende cebichito en la esquina. ¿Cómo será el reglamento para presentar sus impuestos ? ¿Sabrá llenar adecuadamente la planilla? ¿Cuál es la barrera de entrada que tiene esta señora para emprender? Entonces, si se flexibilizaran y se hiciera un escalonamiento de acuerdo al tamaño de la empresa… Simplificación administrativa, le llamaban. Facilidades. Que presentar y pagar tu fondo de jubilación o tu fondo de salud sea económico. De los millones de taxistas, ¿cuántos crees que pagan un sistema de salud o un fondo de jubilación? ¿Será experto el taxista para presentar su declaración jurada? El Perú necesita simplificarse. Necesitamos que Ias personas tengan acceso a la formalidad sin tanta burocracia.
Hablando de declaraciones juradas, ¿qué le diría en quechua a la presidenta?
Llakisqam kachkani kunan. Les digo que estoy muy triste hoy día, amigos peruanos. Estoy muy triste por ver a las instituciones degradadas. A todos teniendo un nivel de aceptación tan bajo. Me da tristeza. Llakisqam kachkani.
¿Algún consejo para vestirse? Usted no usa muchos relojes.
Bueno, el tema de los relojes es muy polémico. No creo que sea un tema de los relojes, sino el origen de los relojes. Si tienes un reloj dignamente ganado, lo aplaudo. Yo creo que tiene que explicarlo y yo espero, por el bien de todos, que de una buena explicación, que es la exigencia de todos.
¿Ve con pena también a Avanza País?
Yo ya no estoy en Avanza País. Estoy sin partido político y estoy en un proceso de pensamiento. Vamos a ver qué pasa en el futuro.
Julio es la fecha límite para inscribirse en algún partido.
Sí. Julio es la fecha Iímite. Pronto espero tomar una decisión de qué es lo que voy a hacer. Yo siempre me referiré a los emprendedores, a los empresarios. A esa gente que está a pie, trabajando y levantándose a las 4 de Ia mañana. incansablemente todos los días para llevar un pan a su casa. Son los que a mi me motivan, los que me dan fuerza y energía. Debemos ser agradecidos. Gracias a esos emprendedores, y por supuesto a los empresarios pequeños y grandes, el Perú tiene todavía un dinamismo económico importante. Yo creo que hay más personas buenas que malas. El Perú está más lleno de personas buenas que malas. Lo único malo es que los malos nos empiezan a querer poner una agenda diferente. Una agenda con otros intereses.
Hay muchos radicalismo mirando al 2026.
Yo no sé si radicalismos. Es el interés del botín. Ya has visto el comportamiento de muchas de estas personas que nos mienten por supuestos intereses, pero lo que quieren es solamente sus intereses. La gente peruana es buena. Desgraciadamente nos han manejado algunas personas corruptas, algunas personas que son indolentes. Y como digo yo, muchos que han postulado o que quieren postular no han manejado un carrito sanguchero en su vida.
¿Algún mensaje para el expremier Otárola o el actual primer ministro?
Podría ser muy duro en quechua. En quechua hablamos sin anestesia. Prefiero evitarlo. Yo lo que les diría es que ojalá alguna vez en sus vidas piensen en la importancia de nuestro querido Perú, no en sus intereses personales. A todos en general. Yo creo que son momentos de anteponer el interés del Perú. Anteponer a las personas. Desgraciadamente veo a muchas personas interponiendo sus intereses políticos personales, partidarios o de otra índole. No están pensando en las personas que más necesitan No están pensando en este maravilloso país.