Entrevista a Camilo Ferreira
Investigador del Centro Wiñaq
El Comercio, 17 de febrero de 2025
Thalía Cadenas
Así lo revela una encuesta de Datum para el Centro Wiñaq. El fundador de esta institución advirtió que la pregunta sobre la autoidentificación étnica sería modificada en el próximo Censo Nacional 2025, que tendría un impacto negativo en las políticas públicas.
El fundador e investigador del Centro Wiñaq, Camilo Ferreira, cuestionó que la pregunta sobre la autopercepción étnica sea modificada para el próximo Censo Nacional 2025. Advirtió que detrás de este cambio habría grupos radicales e intereses políticos.
—¿Cuál es el principal cuestionamiento a las preguntas del Censo Nacional 2025?
La no inclusión de las categorías mestizo y blanco, las cuales no serán leídas a los encuestados. Además, se asignará la categoría indígena a grupos lingüísticos como el quechua y el aimara, que no necesariamente son identidades étnicas.
Se crearía un sesgo muy grande en las respuestas de los encuestados, generando un artificial crecimiento del grupo indígena. Lo que se está tratando de aplicar es la estructura étnica propia de países como Estados Unidos, donde tienes a los afrodescendientes, blancos, latinos, indígenas americanos, etc., en un claro casillero. Las sociedades anglosajonas tienden a categorizar a las personas en compartimentos sellados porque ellos, a diferencia de nosotros, sí aplicaban discriminación racional institucional.
—¿Cuál sería el impacto político, económico, etc., de modificar esta clasificación?
Tendríamos una mayor expansión de la consulta previa, que es un instrumento que señala que si existen políticas públicas que pueden afectar a las poblaciones indígenas, es necesario realizar un proceso de consulta. Por ejemplo, la implementación de un proyecto minero, petrolero e incluso leyes porque el Tribunal Constitucional hace poco dio un fallo en el cual amplía la aplicación de esta figura a procesos legislativos, es decir, si el Congreso da una ley que puede afectar a los pueblos indígenas, se debe hacer consulta previa.
También habría impacto en litigios estratégicos frente a instancias internacionales. Además, permitiría la presión por cuotas étnicas de representación política muy por encima de la representatividad democrática real de estos grupos.
—¿Quiénes están detrás de esta modificación?
Las organizaciones más llamativas son la ONAMIAP y la Comisión Episcopal de Acción Social. Estas organizaciones están bastante comprometidas con una agenda antiminera y se jactan de haber conseguido esta modificación en la pregunta del Censo. Ellas incluso realizaron un evento titulado “Politizando la autoidentificación indígena”.
Señalan que esto se logró gracias a la intermediación de una asesora de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo de la Organización de las Naciones Unidas), la cual está brindando asesoría al INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) respecto a cómo realizar el Censo, lo que ha sido reconocido por el mismo jefe del INEI (Gaspar Morán) hace poco en unas declaraciones. Él afirmó que recibió asesoría de la CEPAL en la elaboración de la cédula censal.
—¿Qué resultados arroja la encuesta que Datum elaboró para el Centro Wiñaq?
Según esta encuesta, el 73,2% de peruanos se autopercibe mestizo, 8% blanco y 6,7% indígena.
Esto nos transmite que la identidad mayoritaria de los peruanos no está en casilleros étnicos claramente definidos, los peruanos tienen una identidad de mezcla porque nuestras historias familiares son de mezcla. La inmensa mayoría de peruanos tenemos de múltiples orígenes, por eso la categoría mestizo es tan relevante y permite expresar esa realidad: que es el origen multiétnico de la mayoría de peruanos.
Se trata de una encuesta de escala nacional sobre la autopercepción de los ciudadanos e hicimos las preguntas sin los sesgos presentes tanto en la pregunta que se propone en el 2025, como la que se hizo en el 2017. No generamos una introducción, preguntamos directamente sobre la autoidentificación e incluimos las categorías blanco, mestizo e indígena.
—¿Cómo debería abordarse el tema de la autopercepción ciudadana en el Censo 2025? ¿Se debería formular la misma pregunta del Censo del 2017?
La pregunta no debería tener una introducción como la que se planteó en el 2017, que decía: “De acuerdo a sus ancestros, tradiciones…”. No deberíamos tener una introducción que trate de sesgar la respuesta en ningún sentido. Debería hacerse directamente: ¿Cómo se identifica usted? E incluir a todas las categorías principales.
Eliminar blanco y mestizo, que suman el 82%, es un sin sentido técnico, que va en completa disonancia con los estándares a nivel latinoamericano y mundial.
Tampoco se debería mezclar categorías lingüísticas como el quechua y el aimara y clasificarlas como indígena. En el Perú, a todos los que se identifican como quechua lo identificamos como parte de un grupo y de repente no es así.
Además, con la migración de tantos ciudadanos venezolanos, casi un 3% de la población de país es de esta nacionalidad. Entonces, también deberían incluirse la categoría extranjero y pedir que se precise de qué país. Ello con el fin de planificar bien las políticas públicas sobre esta población.
—¿Esto podría ser percibido como desdén hacia la categoría indígena?
La función de un censo no es favorecer a un grupo sino obtener los datos más cercanos a la realidad posible. Formular la pregunta con el fin de incrementar la población indígena, está desnaturalizando la función del Censo e impedir que sirva de insumo para las políticas públicas. Al incluir en la categoría indígena a personas que no se consideran indígenas, el Estado peruano estaría destinando políticas públicas a un sector de la población que no se siente culturalmente distinta a la mayoría del país.
—¿Cómo se aborda el tema en otros países de la región?
En otros países como Brasil, Argentina, México y Bolivia, si la persona se identifica como indígena, les preguntan de qué pueblo indígena se sienten parte. De esa manera sabemos si la persona se identifica como x o y.
Por ejemplo, Bolivia, que se declara República plurinacional, pregunta directamente a la población si se considera a sí mismo indígena. Nosotros somos los únicos a los que se les ocurre asignar categorías lingüísticas en el rango de categorías étnicas. Los argentinos, españoles y peruanos hablamos español, pero eso no quiere decir que somos parte de un mismo grupo identitario.
—¿Por qué es importante que la pregunta esté bien planteada?
Es importante para enfocar bien las políticas públicas hacia los sectores que realmente tienen una cultura diferencial del resto del país. Además, para brindar mejores servicios públicos. También para realizar un buen análisis de brechas y saber, por ejemplo, si determinado grupo étnico está en mejores condiciones que otro. Para hacerlo es importante identificar adecuadamente quién forma parte de cada grupo étnico. Si asignamos la categoría mestizos a la categoría indígenas, lo que vamos a tener es un resultado distorsionado.