Por: Camila Bozzo
Perú21, 29 de setiembre de 2021
- El premier Bellido desafía al presidente imponiéndole de manera unilateral y arbitraria la renegociación con Camisea (o porque se siente arrinconado por el anticerronismo del gabinete o porque el presidente pareciera querer tomar la ruta del pragmatismo o acaso porque quiere demostrar a sus bases que sí cumple). Lo concreto es que el presidente ha optado por parapetarse en un silencio inexplicable, que demuestra su falta de liderazgo y su incapacidad para tomar las riendas del país y que, a la postre, es insostenible para la supervivencia misma del gobierno. El discurso a favor de la democracia y la economía de mercado que desplegó en su gira internacional ha caído en saco roto y los esfuerzos de Francke por dar tranquilidad al sector privado se han esfumado de un plumazo o, más bien, de un tuitazo. ¿Qué razón impide que el presidente rompa su sociedad con Cerrón? ¿Temor a que los 25 congresistas cerronistas se asocien con la oposición para vacarlo? ¿O es que acaso Cerrón tiene información que podría comprometer al presidente? (a estas alturas, nada puede descartarse).
- Las declaraciones del ministro de Transportes y Comunicaciones sobre el Canal del Estado (y no del gobierno) en el sentido de que se tienen que hacer cambios porque los “golpea como si fuera un canal extraño”, no hacen más que confirmar el desdén de este gobierno hacia los medios de comunicación y la transparencia. A estas declaraciones se suma el proyecto de ley de la bancada de gobierno que busca que se declare de necesidad pública “la justa y equitativa distribución del espectro electromagnético y radioeléctrico” y que en la práctica busca controlar el contenido de los medios; la opacidad en la que se manejan los temas de Estado; la negativa del presidente a dar entrevistas y su demora en firmar la Declaración de Chapultepec que establece compromisos a favor de la libertad de expresión; el maltrato a periodistas por la seguridad del Estado y, en general, la retórica del gobierno que busca deslegitimar a los medios de comunicación.