Berit Knudsen
Para Lampadia
El VRAEM sigue siendo una zona azotada por el terror
El VRAEM, valle entre los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, en ceja de selva del centro del Perú, es un territorio que abarca 69 distritos y 5 departamentos: Junín, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Cuzco, dividido en dos zonas: de intervención con 100 mil pobladores y de influencia con 400 mil. El 88% de la población rural es pobre y 58% con pobreza extrema, subsistiendo de la producción de hoja de coca, café y cacao.
Hoy sigue siendo una de las zonas abandonadas del Perú, con un Estado ausente, población que decrece por la mala alimentación, baja esperanza de vida y las migraciones. Pero el principal problema es el choque entre frentes terroristas, Sendero Luminoso, MRTA, el Militarizado Partido Comunista MPCP, el narcotráfico y las fuerzas del orden.
En este escenario se planificó la guerrilla armada desde los años 60s, y entre 1980 y el 2000 el terrorismo atacó a las localidades más pobres y vulnerables, muchas de las cuales fueron aniquiladas. En los años 90 se inicia el terrorismo urbano, que culmina con la captura de Abimael Guzmán, pero no se liquidó al terrorismo.
En enero de 2021 Francisco Sagasti informó que el camarada Raúl, Jorge Quispe Palomino, segundo al mando del MPCP fue abatido por el ejército en el VRAEM, manifestando que “su fallecimiento fue ocultado para no desmoralizar a los terroristas”. Comentario ampliamente criticado.
Pero tres meses más tarde se produce un atentado en el que fallecen 16 pobladores de la localidad de San Miguel en el distrito de Vizcatán, incluyendo a 2 niños, por impactos con fusiles AKM y Galil.
El MPCP se atribuyó el ataque terrorista y la Camarada Vilma encabezó una campaña en redes evidenciando su apoyo a Perú Libre. Ante los hechos Sagasti dijo que buscaría responsables, sin resultados a la fecha; la misión de Observadores Electorales de la OEA restó importancia al problema; el proceso electoral continuó y 15 días después Castillo fue elegido.
Hoy siguen registrándose asesinatos sistemáticos de dirigentes comunales, indígenas y campesinos. Tras la matanza de San Miguel, se han encontrado al menos 10 cadáveres en Vizcatán. Pero seguimos creyendo que son hechos aislados, sin medir la magnitud del terrorismo político.
En un escenario adverso, el 11 de agosto las Fuerzas Armadas llevaron a cabo la “Operación Patriota”, importante operativo militar para terminar con los remanentes terroristas. Incursionaron en la zona de Vizcatán, atacando los campamentos del MPCP, incautando armamento, sistemas de comunicación, así como importante información. Hace unos días el Camarada José Quispe Palomino, numero Sendero Luminoso amenazó con volver a boicotear estas elecciones, mientras los pobladores del VRAEM siguen padeciendo y los peruanos no terminan de asumir la verdadera tragedia de ese Perú profundo.
Estos hechos demuestran que la Comisión de la Verdad CVR, estuvo muy lejos de cerrar este lamentable capítulo de nuestra historia. Se concentró en los derechos humanos de los subversivos, autores de matanzas y actos deleznables, para luego liberar a estos Senderistas asesinos de pobladores pobres y de comunidades Ashanikas exterminadas sin piedad por considerarlos pueblos atrasados.
La CVR (basada en 23,969 reportes) reconocen 70,000 muertos y atribuye el 37% a las fuerzas del orden, sin precisar el número de terroristas o pobladores. Se critica a las FFAA por muchos hechos como las “«levas» como mecanismo de alistamiento militar a niños entre 15 y 17 años”, equiparándolos con el secuestró a “pioneritos” por parte de Sendero, entrenados y convertidos a los 12 años en la “principal fuerza armada” del terrorismo. Todo esto resulta contradictorio.
Hoy la violencia política continúa. Antauro hace campaña con amenazas: “Estos imbéciles del Congreso, con ese poder putrefacto dan pena igual que el poder judicial, igual que el ejecutivo de la Republequeta…” Tenemos peligrosos personajes como Bermejo, unos nuevos y otros que regresan. El Perú necesita una coalición con candidatos preparados para gobernar, principios, valores y habilidades, sólo así podrá salir adelante el país. Lampadia