Por: Augusto Álvarez Rodrich
La República, 4 de abril de 2021
Se llevarán un contrasuelazo los entusiastas del retorno a los enfoques económicos que, pese a que ya fracasaron en los setenta en el gobierno de Juan Velasco y en los ochenta en el primero de Alan García, insisten en retornar a ellos, como lo plantea hoy el tándem Pedro Castillo-Vladimir Cerrón.
La última encuesta Ipsos ratificó la del IEP de la semana previa: que la mayoría no quiere un cambio radical del modelo económico sino reajustarlo.
Según el IEP, 58% cree que el modelo se debe mantener, pero con cambios; 33% que se cambie totalmente; y 5% que se mantenga igual. En Ipsos, 54% quiere cambios moderados; 32% radicales; y 11% que siga igual.
Hay distintas lecturas para estos registros coincidentes: 86% quiere cambios en el modelo económico, o 65% quiere que se mantenga (la mayoría con cambios, la minoría intacto).
Como se planteó en esta pequeña columna hace poco, es sorprendente que, a pesar del momento económico dramático que viven muchísimas familias en el país, la mayoría no esté por un cambio radical, sino por ajustes al enfoque seguido desde hace tres décadas.
La clave hoy es identificar qué cambios busca la gente, siendo lo más probable que sea una mejor calidad de vida mediante mejores servicios básicos como los de salud o educación, lo cual no requeriría un cambio radical, u otro capítulo económico de la constitución.
Sorpresa de la que todavía no se han enterado varios políticos, incluyendo, por cierto, al candidato que lidera la competencia presidencial, el profesor Pedro Castillo, quien en el ‘debate’ en Chota del sábado abandonó la moderación temporal que había mostrado en los días previos, para volver con fuerza al programa de Cerrón –que es el registrado en el JNE– con la reiteración de planes de estatizaciones y nacionalizaciones de los principales sectores de la economía, así como la reposición del fracasado proyecto de sustitución de importaciones.
Solo la admiración por el chavismo o la ignorancia económica pueden llevar a promover planteamientos fracasados como esos, quedando por verse si la adopción en marcha del equipo técnico de Verónika Mendoza por parte de Castillo lo inducirán al replanteamiento de sus creencias tan atrasadas.