Por: Augusto Álvarez Rodrich
La República, 30 de Abril del 2023
La ignorancia y el desprecio por el crecimiento económico.
La reducción de la proyección de crecimiento anunciada esta semana por el MEF es una pésima noticia, excepto para la izquierda peruana que ignora su incidencia en la calidad de vida de los más pobres y, por ello, la desprecia. El ministro Alex Contreras señaló que la producción ya no crecería 3.5% en 2023 como el MEF proyectó hace pocos meses, sino en 2.5%, un estimado que sigue siendo muy optimista frente al consenso del mercado de 2.0%. Lo justificó en la conflictividad del primer bimestre y en los desastres climáticos.
Pero el problema de fondo es la caída de la inversión privada por la turbulencia política de, al menos, el lustro pasado y, principalmente, por el gobierno de Pedro Castillo que se dedicó con tanto entusiasmo como ignorancia a ahuyentar a la inversión, en línea con el pensamiento aún dominante en la izquierda peruana, a lo que ahora se suma la incertidumbre sobre el futuro. Por ello, la inversión privada caerá 3% en 2023, lo que llevará a dos años seguidos de descenso. Solo en el primer trimestre de este año cayó 13%. Es una pésima noticia que agravará aún más la pobreza que a fines de 2022 llegó, según el Banco Mundial, a 31.8% de la población o 10.8 millones de personas.
La receta ante este escenario es sencilla: recuperar la senda de crecimiento que en el Perú ha explicado el 85% de reducción de la pobreza, y que permitió, hasta antes de la pandemia, reducirla de 60% a 20% en dos décadas. La cadena es sencilla: inversión produce crecimiento, este genera empleo, y este reduce pobreza. Claro que el crecimiento no explica todo, pues también se requiere buena gestión social de los recursos obtenidos, pero sin crecimiento, nada se puede ni es posible.
Eso que es tan sencillo de entender, la izquierda política y sus economistas lo ignoran y niegan. En lugar de promover un entorno propicio para la inversión privada y la creación de empleos formales de calidad, eliminando obstáculos y desincentivos al crecimiento de las empresas, como sugiere el Banco Mundial, solo quieren lanzar bonos sociales que nunca llegan a la gente, crear nuevos impuestos, elevar las tasas, estatizar lo que encuentren en el camino, y cambiar la constitución. Es el costo de aprender economía solo en marchas alrededor de la plaza 2 de Mayo.